Hola colegas!
Pues aquí estamos, jodidos pero contentos. Confinados en nuestro ayuntamiento y limítrofes y menos mal que los limítrofes tienen costa que si no... Pero la realidad es que con 400.000 habitantes y poco más de 40 kilómetros de costa, sin descontar colectores, puertos y rías prohibidas, la cuestión no iba a ser fácil.
Sábado 7, la previsión es de mar de viento fuerte del oeste con mar de fondo de metro y medio. No hay mucho donde elegir así que toca salida "urbana" enseñando nalga al respetable. Salgo por la playa y un cañero me lanza el sedal por encima a modo de bienvenida. Cuando llego al pesquero veo tres boyas aparcadas juntas (literal) y me imagino que sus propietarios estarán tentando la rompiente. Rectifico planes y pongo rumbo a la punta opuesta, aprovechando para hacer esperas en el trayecto.
No veo mucha vida pero la presencia de mújoles me da esperanzas de que aparezca alguna lubina aunque el agua esté demasiado limpia y fría. En esto veo que uno de los "aparcados" me adelanta con energía y enfila la punta. Paciencia... ahora recuerdo porqué hace un cuarto de siglo que no voy a campeonatos. Pero la verdad es que ya me va cogiendo el frío y va apeteciendo salir; así que me relajo para hacer un par de últimas esperas.
Caída entre piedras con alga, ruiditos y golpeo de culata y al final, entre los mújoles, me entra una preciosa dorada a todo trapo. Muchos nervios, pues hace años que no veo una, pero el MV se porta y hace diana.
A la salida veo que entran otros tres pescasubs más y un cuarto me ve la dorada y marcha para casa a buscar el equipo. Va a ser un mes para tomárselo con filosofía.
Salud y buena pesca.