Coño, si se les rompe el cabo donde estaban fondeados haciendo el ceviche con el montón de lanchas y la brisa podría pasar una cagada de las buenas. Del resto, ya nos ha tocado a nosotros perseguir peñeros a pata (carbono, santo, carbono) y es bueno para estar en forma. Marcelo es joven, además.
Y Marco, eso es lo que pasa por ser buen hijo (y buen padre!)... el niño Jesús a veces viaja lejos y aparece con sorpresas. Ya tienes china si te decides a venir. Si no, vamos al abasto, que hay una cajera que está bien buena, je je. Eso sí, ese juguete aún no ha probado sal. No tiene ni varilla.
Un abrazo
Alexis