Bueno, ya me he mojado dos veces. Es decir, dos porracas como un piano.
Por un lado estoy más contento que un niño con zapatos nuevos, por estar de nuevo en el mar. Por otro, esa espinita de no tener nada. Pero es que esto es como una quincieañera a punto de desvirgarse... "quiero que sea especial y muy bonito" (aunque todos sabemos que al final será pim-pam-pum y lo único que quedará serán ganas para otro casquete... digo captura).
Lo que sí quería compartir con vosotros es las sensaciones que tengo al regreso.
Por un lado está el tema de la apnea. Yo me esperaba estar hecho una mierda... y en cuanto me metí en el agua mis expectativas se cumplieron. Fondos de 7 metros me parecían inalcanzables o peligrosos. Apneas de 35 segundos. Bueno, habrá que contentarse, me dije. "Poc a poc" como dicen las gallinas. Pero en menos de una hora ya estaba a 10 metros. Y a la hora y media a 13 metros con un minuto de apnea.
En la siguiente salida terminé con 1:15 y mirando agujeros en 15 metros.
Todavía me queda camino, pero me parece un inicio muy rápido (incluso demasiado).
Tras la salida, muy cansado y al día siguiente agujetas.
Me sorprendió mi falta de fuerza para cargar el fusil. En la primera salida me costaba mucho alcanzar el último tetón. Pero en la segunda ya mejoró. Por último las piernas. No puede ser!! a la media hora de nadar, ya empezaban los calambres. Tendremos que hacer piernas.
En general contecto con las sensaciones que estoy teniendo. Pero a ver si desvirgamos que este trabuco necesita agujerear algo.
Un saludo!