Pues esta es una época especial siempre para ellos, es tiempo de cambios; se va el calorcito del verano y llega el otoño y sus mañanas frescas, se rompen las laminarias y llegan los troncos gordos
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El viernes salí del chollo a las 6 (de la mañana), desayuné, cogí el equipo y tiré pal mar. Había entrado mar de fondo, por lo tanto seguro que algún coto de los de dentro se había puesto cachondo y me apresuré a cambiarme para entrar con el amanecer.
La primera zona estaba preciosa, con ya pocas algas muy grandes que se tumbaban por el mar de fondo y dejaban prometedores pasillos, pero ausencia de pescado, solo cayeron una lubi y un sargo kileros
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Cambié de zona y tiré para una mas plana que obliga a pescar exclusivamente a la espera y en las primeras apneas empezaron a entrar lubis que fui dejando pasar por si las seguían las gordas, pero no fué así y terminé sacando dos de 1,5 kilos que entraron curiosas a las esperas. Avancé por el mismo sitio y gané algo de fondo. En un acecho entre las algas se confirmó le que esperaba con el mar así: viendo al frente y apreciando lubinas a lo lejos, un coletazo de esos que no dejan lugar a dudas sonó a mi izquierda y me hizo centrarme en los robalos
. El siguiente no se iría
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Poco mas tarde pico, 9 metros, me escondo entre unas algas, dos ruiditos y... ahí están! aparecieron dos gemelas que avanzaban hacia mi lentamente, apunté a la mas cercana y la atravesé justo detrás de agalla, una corta pelea y para arriba. La admiré un rato antes de colgarla en la boya, ya era un robalo guapo
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El dia ya había quedado arreglado y con un buen cansancio en el cuerpo empecé la retirada pero sin dejar de insistir porque seguramente alguno mas habría por la zona. Se repite la historia; bajo, me escondo, ruiditos, espero, y ahí me entran, en este caso eran mas, no tan grandes... salvo uno, a por él; dejé pasar todos los demás con la cara metida entre las algas, sin moverme lo mas mínimo para no romper la tranquilidad de la procesión de robalos. El grande venía casi el último, pero había que mantenerse sereno y como suele suceder fué el único que percibió que algo raro estaba pasando y se paró, los demas continuaron y la cosa quedo en un mano a mano. Retrocedí empujándome despacio con la mano hasta perderlo de vista y a los cinco segundos me volvi a asomar con sigilo, como siempre funciona
, ya se puso en marcha en mi dirección, viene de frente, se gira despacio y ... cuando quiere reaccioinar ya está ensartado! A pesar de que el tiro era bueno fuí rápido hacia él para asegurarlo, lo cogi de las agallas y para arriba. Este todavía era mayor que el anterior
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