Una vez, en Conil, vi a un carajote dominguero que estaba mamoneando con su equipo recien comprado; todo colorines y cremalleras vistosas. Se ve que le habían regalado todos los trastes para que se metiese en el agua y no diese por culo a los padres y el pobre muchacho estaba allí flipando, vestido de neopreno y dando tiros a la arena con su fusil. Lo perdí de vista y, al oir un barullo de gente que se acercaba a la zona, me fijé de nuevo y vi que el muy imbécil se había atravesado el pie derecho. Era uno de esos fusilotes antiguos, con una varilla de 7 mm con punta roscable ( sin penetración). La varilla le había atravesado hasta tocar el suelo, justo para que se abriese el arpón y no se lo pudiese sacar. Tuvo que estar con el pie en alto hasta que llegó la ambulancia. El caso es que creo que tampoco atinaron a cortar la cuerda del fusil y, cuando se lo llevaron, uno de los paramédicos tenía que llevar en la mano el fusil detrás de la camilla para que no diese tirones....en fin.
Nos vemos en el agua.