Tarde de pesca con mi padre hace ya unos días. Se trataba de traernos algo bueno para hacer al horno...
Yo quería un cabracho de esos gordos que hay en la Costa Brava pero no hubo manera, así que cambiamos de objetivo y después de buscar durante un buen rato a los dentones, al final de la tarde y en una pradera de posidonia, conseguimos dar con ellos...
Aunque los grandes no quisieron entrar, estos tres más pequeños si que cayeron (sin madero)
Aquí podéis ver el tipo de fondo en el que estuvimos pescando, con el agua a 20-21 grados y muy buena visibilidad... quizás hasta demasiado limpia! :-(
El trio va dedicado a mi amigo Uría. Ponte las pilas que voy.