07/02/2010
Ya daba el día por perdido cuando,de camino al pesquero, me adelanta una planeadora y empieza a tirar unos aprejos en el sitio que tenía previsto explorar. Tampoco se veía mucha vida así que decido seguir en paralelo a los parejos manteniendo una distancia prudente.
Afortunadamente descubro una barra de piedra baja con muchas grietas y empiezo a buscar mirando los agujeros a conciencia. Es un tipo de pesca que no me gusta mucho, me canso rápidamente de ver un agujero vacío y otro también, pero en ciertas ocasiones puede ser muy eficaz.
Me encuentro tres sepias de buen tamaño en el mismo sitio, en otra grieta había dos sargos medianos que salen en bajadas consecutivas, y un poco más adelante en otra grieta había un sargo ya de buen tamaño. En menos de una hora la pesca ya estaba hecha, los días con suerte también existen.
07/03/2010
Después de un capote en toda regla y 20 días en seco voy a intentarlo de nuevo.
Se ve algo de vida pero me encuentro un poco espeso, fallo un tiro claro a un buen sargo, y otro que se larga sin dar opción al disparo. Dedico unos minutos a relajarme mientras cambio de zona y empiezo una serie de acechos muy lentos para sorprender alguna pieza.
Finalmente caen un par de sargos medianos y un pintorrillo de los que ya hacen peso en la varilla.