Yo le soltaba el sargo y me largaba...
Ahí está el problema! Es como cuando le das de comer en la mesa a un perro que pide. No te lo quitas más nunca de encima!
Ahí las dos cosas mal hechas fueron, no tener un compañero que le atizara al tiburón (ya estarían comiendo pinchos de tiburón a estas alturas) y no llevar una plancha para subir el pescado (en caso de no tener embarcación).
La cuerda guindando por todos lados es otro problema, pero no tiene nada que ver con el tiburón...