Las posibilidades de que un fusil de aire explote en la bodega de un avión a que lo haga en tierra son prácticamente las mismas, las consecuencias no. La presión diferencial que debe soportar el fusil apenas se verá incrementada por el descenso de presión de la bodega, que en un reactor comercial viene a ser de una o dos atmósferas, pero la reglamentación de mercancías peligrosas no tipifica este tipo de armas, por lo que queda un poco a discreción del despachante de carga, o más bien a su capacidad de detectar el fusil a la hora de cargar el avión.
Lo que no tengo claro es lo que ocurriría en el caso (bastante improbable) de una descompresión explosiva ya que el cambio de presión sería muy brusco y posibilitaría el consiguiente fallo estructural del fusil.
De lo que estoy completamente seguro es de que la reglamentación no recoge la diferencia entre fusil neumático cargado/descargado.