Hombre Raul en Tenerife no se dio mal, un par de saliditas, la primera con planeos de vértigo.
Pocas piezas, pero lo justo para comer unos pocos. Lo que no se llenó con pescao se hizo con carne y salmorejo. Esas viejas keniatas hacian que te pusieras las pilas....
Di con buena gente y me encantó el pueblo de Alexis, gran anfitrión por cierto.
Moises, Gustavo, Pablo y Yeray gente muy maja.
Me quedé con las ganas de que Raul me llevara a Candelaria.
Teno me cautivó, lástima ser zona prohibida.