Bueno, me toca hacer de abogado del diablo: Es una tristeza que esta muerte de peces sin sentido se lleve a cabo, no obstante ( y lo sé porque tengo familia marinera ) ha habido casos en los que después de estar una noche entera con temporales trabajando para coger por ejemplo sardinas, se ha dado el caso que cuando han llegado a puerto este pescado estaba tan barato en la venta que si lo sacaban para vender perderían el costo del envase y el importe de vendeduría, que por si alguno no lo sabe es una especie de tasa que se paga por el acto de la subasta en sí.( este verano pasado la caja de jureles llegó a costar en Cádiz o,53 centimos ) Así que poniéndome en ese papel de abogado del diablo me surge la pregunta de ¿ porque deseamos la muerte quemados ? y otras lindezas , que por descontado sé que son por la impotencia por las imágenes que se ven y que nadie dice de corazón, y son fruto del calentón ( que yo también sufrí ) en vez de denunciar, y ver porque suceden estas cosas.
Lo siento pero no me gustaría que ningún amigo o familiar mío muriera quemado por un acto que seguramente es debido a la orden de algún armador que está sentado tranquilamente en su casa mientras esta gente sólo hace lo que se le dice.
Pienso que hay que saber controlar mejor las emociones, y no desear mal a nadie, por lo menos de esa manera.