Ayer por la noche a última hora hablo con el compañero por si se apuntaba para mañana aprovechando que es el único día que he podido encontrar para poder escapar al agua, me dice si y decidimos el sitio, coincidimos.
Antes de que el sol salga ya estamos sentados en las piedras esperando para echarnos al agua, al entrar vemos que el pez está pegado a la piedra pero exageradamente, así que da buenas esperanzas, empezamos la jornada y a las dos bajadas el compañero ya se ha echo con un buen listado, bueno, parece que por lo menos de vacío hoy no nos vamos (que ya tocaba), al rato los veo en una espera pero no quieren entrar, el compañero veo que tiene otro (la madre que lo parió) me va a echar la pata por encima, empezamos a remontar la corriente ya que la zona donde se mueven no es muy extensa pero no hay manera, la corriente es brutal, nos tenemos que pegar a las piedras ya que de la otra forma vamos hacia atrás, cuando consigo llegar a la zona, bajo, los veo, se quedan lejos pero arriesgo y zassss el primero tiro barrigero suelto carrete para que no desgarre y luego le voy ganando terreno poco a poco hasta que está en mis manos, buffff por fin.
El segundo es en una caída en la que me aparecen por debajo destellos donde adivino pueden ser ellos, acierto, es el banco a toda castaña veo el más gordito apunto un poco por delante y buen tiro a este no le dejo mucho carrete aunque se lleva un buen trozo. el compañero aún saca uno más luego toca salir contra corriente de casi medio kilómetro que se hizo eterno.
Bueno aunque sean listados, por lo menos hemos pescado, ya que lo que son los lilas y las peponas no se dejan ver