pasó mayo y a pesar de las imágenes (fue casi prácticamente lo único que pesqué), batí mi récord de roscos y encadené 12, cierto es que soy de gatillo duro y no disparo a lo primero que se me presenta delante, siempre esperando mejorar la captura, pero de esas han sido muy pocas y de las otras también, recibí visita aunque coincidimos poco, frasco dailos y rodrigo (mitzu), cuatro éramos muchos para la lancha de escasa eslora y con el hambre que traía dailos de pescar, me imaginaba las horas a merced de las olas y seguí con mi pesca de infantería en mis echaderos habituales, tuve la suerte de pescar el mero gordito justo antes de la llegada de la visita y así pudimos disfrutar de tan buena cena en tan agradable compañía, lo hice queriendo y los regué de buen vino, para ver si al día siguiente la resaca les impedía limpiarme a fondo los pesqueros jajaja, pero éstos aguantan lo que les eche sin pestañear, compartimos algún momento más y me asombré de su capacidad de aguante en el mar, sobre todo el segundo día que no invitaba a ponerse el traje y menos darse la paliza en lancha, menos mal que tuve clarísimo no acompañarles "funeral asegurado"
, sigo aprovechando la presencia de lenguados en mis aguas y a base de buscarlos algunos más han salido, "a ver si se mantienen por aquí"