Buenas familia.
Aquí os dejo una captura de principio de mes.
En casa existe la obligación de comer pescado todos los míercoles como mínimo. Por suerte los martes tengo 3 horas libres al día, de 11 a 14, cosa que aprovecho para pescar.
Después de haber tanteado por bastantes puntos de la larga costa que tengo a mi alcance, me he dado cuenta que lo más cerca no está nada mal.
Así que, para no perder mucho tiempo creo ya que siempre que no tenga plan, iré por lo que ya considero "mi zona".
Llego al aparcamiento, veo el mar increíble, como de costumbre por aquí. La playa está tranquila. Me preparo, me pongo el reloj y ya son las 12:00 pasadas, más me vale no tardar.
Nado un poquito buscando mi línea, a unos 3 metros de profundidad y comenzamos con las esperas...
Qué mal me veo...
Y que mal me ve una dorada pequeña que ni se acerca.
A la segunda espera al final de la visibilidad veo un cabezón entrando, vaya dentón que viene, estoy escondido pero no perfectamente, me agacho y el tío empieza a tantear muy lejos. Me agacho bien perdiendo visión, me estoy quedando sin apnea pero aguanto, levanto un poco la cabeza y justo gira fuera de tiro. Se marcha por la derecha y ya no estoy oculto para él y se aleja...
Al subir a ventilar se me pone la Dorada de antes debajo mía, la veo con otros ojos, los ojos de que mañana es miércoles y no hay pescado en casa... ya me tocó una vez comprar Emperador, no puedo volver a pasar por eso.
Pero con un Dentón por la zona y con la segunda bajada todavía, ahí la dejo y sigo a lo mío.
La tercera espera no aparece ni la sombra.
Sigo avanzando con tranquilidad, me veo un banco inmeso de vaquitas, nunca había visto tantas, están acosando a un pulpo, me hago una espera con ellas y alucino al ver que se comportan como si fuera una pelota de abades, pegando el coletazo y girando de nuevo... mis sueños que fueran abades.
Sigo un poquito más. Hago más o menos lo mismo, bajo y miro a mi alrededor, un rato quieto y vuelta a mirar, izquierda... Nada, derecha... Nada... Cuanda veo entrar por la izquierda una buena Bicuda.
Empiezo a sacar el fusil, se gira para entrar de frente y se vuelve a girar rápido, disparo y qué mal tiro.
Le ha traspasado por el cachete pero le ha salido hacia abajo. Tiene toda su fuerza, me entretengo un rato, al tensar veo que se pone a saltar por el agua, suelto tensión y la recupero como un cagón por debajo del agua.
Desde que hace unos años una Bicuda me dió en todo el cuello y hace poco otra me rompió una chaqueta por todo el sobaco, voy con miedo a recuperarlas.
Y por supuesto, siempre me acuerdo del Chufi.
Ya tengo la comida asegurada, no me lo puedo creer.
Alguna espera más, viendo alguna Dorada bestial pero eso, verla al límite de la visibilidad y marchar.
También me veo a un pulpo persiguiendo una platija con intención de cazarla. Me entretuve grabando su torpeza.
Y ya para fuera, apenas recorriendo 100 metros y en poco tiempo... Pareceré bueno y todo cuando llegue a casa.
Una imagen donde se ve cabezona.
Aquí una donde se ve mejor.
Estaba flaca, tenía en su interior como huevas vacías, no sé si de desovar.
En casa me he reservado la cabeza para una sopa.
Medio cuerpo para lo que surja y dos lomos para dos días, con esto escapo todo el mes.
Saludos Familia.