Después de un verano en blanco, un escueto whatsapp de mi compi de pesca titular (Rafa aka
Rasub en el foro)me hace madrugar para ir a pescar el domingo, con la promesa de estar a las 12 en casa, y la casi certeza de encontrar algo de pescado. Por contra, a las 6 am arriba de un domingo
Al final no fueron las 6, sino las 4:30 cuando me desperté y ya no pude dormir, así que pude preparar todo con bastante tiempo. Traje de 3 mm, el primer cinturón que pillo y calculo a ojo (ERROR), el 70 y el 110 y al lío. No soy capaz de encontrar las Crocs, por lo que me tocará bajar acantilado con chanclas...
Llegamos a la zona amaneciendo, nos terminamos de preparar y al agua. La idea era costear buscando lubinas, y así quedamos. El compi va para delante, y yo me quedo entre un metro y 30 cm costeando y acechando en cota cero. Los metros de costa van pasando, hay buena visibilidad, el agua está caliente y yo voy excesivamente plomado, lo cual para esta profundidad está bien pero va cansando poco a poco, y me limitaría la pesca después.
En la segunda cala, con piedras grandes y cantos gordos, entre acecho y acecho me sorprenden las lubinas: me entra un bando de 5 ó 6 peques, con una un poquito más grande que se acerca curiosa. Alargo el fusil, apunto, calculo y ploooonc, se queda en el hilo. Sonrío, y me doy cuenta que no encendí la cámara, pero bueno, grabo unos segundos para inmortalizar el momento.
Algo más adelante, en una punta, veo una piedra interesante como puesto a hacer una esperita hacia fuera. Mientras me relajo como puedo, veo pasar un pequeño palometón por debajo. Bajo a la piedra, y al poco rato de espera me entra por un lateral y se pasea por delante curioso. Lo indulto por el tamaño (sería de palmo y medio) y al momento veo que a media agua me entra otra lubina con la típica actitud territorial de pasarte por encima, dándome tiempo a encarar, apuntar y dejarla otra vez en el hilo.
Estamos ya en la zona caliente, me acerco a cambiar impresiones con Rafa y veo que él también lleva dos plateadas. Insistimos algo más en la zona, pero ya no se ve mucho así que sigo costeando y él sigue para delante. En la siguiente punta veo que se acerca a mí y... chorprecha
Intercambiamos insultos y me comenta que ya hemos pasado la zona buena, que no hay plateadas ya, que miramos una punta y que nos volvemos ya que la pesca está hecha. Según meto la cabeza veo otra plateada escabullirse por un corte hacia Rafa, bajo a plomo y hago un disparo al límite casi debajo de las aletas del compañero.
Risas varias por la carambola, nos encaminamos a la punta donde hay más agua y no hay ni un vivo y ya nos volvemos. A la vuelta sigo costeando (porque pescar a más de dos metros era un suplicio por el exceso de plomo), perdono un par de plateadas por pequeño tamaño, y vuelvo a la cala donde saqué la primera. Voy acechando por la sombra pegadito a superficie, y en una de esas se me engancha la boya. Me giro hacia detrás, estiro, la suelto y al volver a mirar tengo otra vez un bando de lubinas, muy nerviosas, casi al alcance de la mano. Encaro pero ya es tarde, se van como alma que lleva el diablo. Aún así intento una esperita, y del bando me entra una de ellas, que me encara y luego me hace una pasada. Dicha lubina estaba tuerta, por lo que la pasada me la hace por el ojo seco, apunto sin dejar de mirar a esa cuenca vacía y fallo estrepitosamente
.
Poco más que contar, a las 11 ya estamos recogiendo en costa, sacamos alguna foto de rigor y a las 12:30 ya estaba en casa. Parte de la conversación de vuelta la monopoliza la sensación agridulce de, si bien es una pesca buena, todos los ejemplares (salvo el golfás del golfo
) provenían de un escape de piscifactoría debido a un temporal anterior. No fue una pesca difícil o demasiado trabajada, pero sí entretenida, además me ha enriquecido la cena de los próximos días y me ha vuelto a meter algo de veneno para las próximas veces, que eso siempre es importante.
Por último, dos detalles: aunque me llevé la cámara y grabé cosas, ninguno de los tiros está grabado
. Además, coloqué la cámara mal (se aprecia en los fotogramas) por lo que tampoco se hubieran visto bien. Lo que sí que está grabado y os comparto abajo es un pequeño vídeo del fusil y su equilibrio: es un un Mares Cyrano evo HF 110 con varilla de 7mm , carrete meandros de acero y kit duccio estanco. Comenté hace tiempo que diría mis impresiones sobre dicho kit, y si bien el kit no creo que añada muchísimas prestanciones al tiro (o yo no las noto), sí ha mejorado mucho su equilibrio en el agua, haciéndolo prácticamente neutro (flota muy ligeramente).