Este fin de semana estaba por aquí un buen amigo del norte y estaba saliendo a pescar con otro amigo en barca, llevaban ya dos días y el domingo pude cuadrar salida con ellos. Hacía mucho tiempo que no salía a pasear en barca y de vez en cuando se agradece, más aún cuando te juntas con dos grandes pescadores y grandes amigos, disfruté mucho el día, aquí la crónica.
Ya sabíamos de antemano que la visibilidad no iba a ser lo mejor del día, llevaban ya dos días tropezando con el suelo y la tónica iba a ser la misma, hasta que no estabas a un metro del fondo no lo veías, llegamos al primer punto y el único que se había puesto el traje cómodamente en las duchas del puerto había sido yo
Juan, el del muro del norte prefería en la barca y Mauri nos iba a hacer la gran parte de la jornada de barquero así que me "echan" directamente al agua para que vaya comprobando la visibilidad y tal...efectivamente, la visibilidad tal y como decían era de
pero en la segunda bajada me entra un dentón ya bueno y lo subo a la barca mientras alguno se está calzando aún las aletas
Hacemos unas cuantas bajadas más en esa zona porque aunque no veíamos nada el comezón estaba nervioso y en esas que decímos "va, un par más y cambiamos de sitio" hago una bajada y al momento de posarme por mi izquierda empieza a desfilar un banco de espetones bien gordos, unos 20 o más, el día antes Juan se había cargado uno de 3 kgs, me fijo que todos eran gordos pero había uno en mitad del banco que claramente destacaba, así que "o tú o ninguno"
apunto, disparo y el carrete empieza a sacar como loco, llego arriba y lo voy cobrando
madre mía cuando lo tengo cerca y toca pillarlo es cuando piensas y rezas "que no se gire, que no se gire, que nos gire"
y cuando lo tengo en las manos veo que es el récord personal de espetón que quedará cerca de los 6 kgs, un señor cocodrilo.
Cambiamos de zona y Juan en la segunda bajada desgarra un dentón ya bueno, lo buscamos un rato porque parecía que había enrocado pero no lo localizamos, tras el cabreo correspondiente por haber perdido un buen dentón le queda la esperanza que el tiro fue en la parte alta del lomo y probablemente se salve,después Juan consigue una buena corva y ya cambiamos otra vez de zona.
Vamos a una que probablemente va a estar más sucia, pero puede haber sorpresa y advierto a Juan de opción de ver algún palometón, hacemos un par de bajadas y en la segunda que va a hacer Juan, mientras estoy mirando como hace el golpe de riñón y desparece en la verde/mierdosa agua de repente tres destellos me obligan a levantar la cabeza, son tres palometones, no gordos pero ya muy buenos, no da tiempo a mucho porque van muy rápido y nerviosos así que levanto el fusil rápidamente apunto al más rezagado, disparo y dos segundos de duda porque al disparar ni veo donde ha ido la varilla ni el pescado noto como nuevamente el carrete empieza a sacar, otra vez al lío, veo que Juan al oír el disparo ha subido y viene a buscarme, cobro el palometón sin problemas mientras voy recibiendo insultos y felicitaciones a la par
Volvemos a cambiar de zona, ahora toca más hondo y a buscar algo de agua limpia, así vamos tocando alguna que otra marca, en una de ellas Mauri aprovecha para pescar un rato, pero tres días de pesca seguidos aprietan
En una de las marcas que vemos es una gran barrera muy vertical y allí Juan consigue un bonito mero de unos 4 kgs que le hace mucha ilusión y será un gran recuerdo del viaje al mediterráneo.
Y con la pesca echa, toca limpiarla, volver a puerto y por la noche una buena cena para rematar la jornada, día perfecto que en principio pintaba poca cosa y al final fue divertidísimo.
Os pongo un par de fotos.