No se si ya he subido este post o no. Por si acaso lo rehago.
Estas piezas son dos papas fritas para muchísima gente, son dos pescauchos. Pero bueno lo subo para dar algo de vida al foro y conocer gente.
Son de este invierno en almeria. En algo de fondo, piedras por fuera de la costa. Pero no mucho tampoco.
El mero.
Primera bajada del día, agua fría y algo verde, aunque muy pescable. Suelto el péndulo y empieza la bajada, caigo en el fondo y voy acechando y buscando, veo un abadejo que escapa a unas piedras más alejadas, subo y vuelvo a bajar a buscarlo. Voy cayendo y planeado con el plomo hacia las piedras. Yendo veo debajo una lengua un mero que entra y sale inquieto. Se me queda lejos, me acerco le doy un buen tiro, pero se emboqueta. Subo pongo boya para mantener tensión y sujetar el carrete de brazo. Bajo con saca varillas por si hace falta. Al final sale la varilla sin el pescado. El boquete se había enturbiado mucho y apenas se veía para trabajar el pescado. Al atardecer volvemos a la piedra, misma función, está vez el mero esta acostado en la boca la cueva. Buen tiro, se enroca, boya, dos bajadas y ya está arriba. Sorprende ver como puedes volver después de todo el día y puedes pillar el pez de segundas. Peso 5kg.
El abadejo.
Mismo funcion, encima de la marca, suelto péndulo, caigo bien, agua algo verde. Veo el abadejo sale debajo de una laja y se escapaba, llevo un 85 monogoma, una sola hilada. Calculo trayectoria tiro al límite, solo entra la punta la varilla, la muerte no llega ni a tocar carne. Por suerte el abadejo se queda off panza arriba