Por fin de regreso al agua después de más de 3 meses.
Primer día.La traición.El primer día que regresé prometía, salida en barca (en pleno verano no me planteaba otro regreso
) con los compañeros Adhes, Rasub y BleepHazard. Todo hay que decirlo, íbamos a salir 3, nos abandonó uno y a última hora regresó... No voy a dar nombres, pero empieza por R.
Comienzan los problemas.Las primeras sensaciones tras el regreso bien, pero a la 4 bajada se me bloquea un seno frontal.
Me quedo encima de la barca, no tengo nada para remediarlo, pero recuerdo mi infancia saltando desde los riscos y luego las tardes en casa soltando agua por la nariz como si fuera un grifo.
Así que, me pongo a ello y parezco un loco saltando de la barca con intención de introducir agua en el interior para ver si me desbloqueaba algo. A las horas y tras algunos cambios, vuelvo al agua y puedo bajar.
Las bajadas son muy lentas, me toca compensar el triple para bajar lo mismo y hacer paradas.
Aun así, logro ver alguna dorada, dentones, sargos... todo pequeño.
Cambiamos de zona a una que promete no, lo siguiente.
Voy a bajar y zasca, taponazo en la frente.
Repetimos la jugada y tras 1 hora y muchos saltos, vuelvo a intentarlo. En todo este tiempo la panda de afortunados que tengo a mi alrededor sin pescar un carajo, menos BleepHazard que cayó como yo.
Ahí estoy, en la zona prometida tras varias bajadas de los demás. Intento bajar y parece que cuela. Las bajadas rondan el minuto sin exagerar.
Se asoma un dentón majo a lo lejos y poco más, logro dar alguna bajada más con miedo, pero no hay nada.
Fin del día, al regreso quedaban unas empanadas que había traído que sabían a gloria.
Segundo día.La locura del verano.Tras varias semanas la locura del verano seguía activa. Salimos en pleno apogeo veraniego. Barquitos de alquiler a tope, motos por todas partes. En esta ocasión iba con Adhes y un amigo suyo.
Esta vez me había traído la jeringuilla y el suero.
Clemencia.El primer punto que tocábamos me lo conocía bastante bien. El tiempo que llevo aquí ya es más que suficiente para conocer los puntos importantes de algunas zonas. Le comentaba al compañero como era el sitio, Adhes nos barqueaba y hacía de seguridad ante la locura.
Al final de toda la explicación cada uno fue por su cuenta.
Yo iba a un punto en poca agua que sabía que funcionaba, aunque estábamos en verano y hacía como 2 inviernos que no pasaba.
Recién metida las aletas en el descenso ya veía un dentón a lo lejos, cosa extraña. Ya me jodió, porque ya me había visto.
Lo ignoro y hago mi ruta. Solo aparecen sargos.
Insisto desde más atrás, pero solo aparece una bicuda. Cambio radicalmente y me voy al otro punto bueno que está a más profundidad y cuando llego abajo me como la termoclina.
No insisto mucho y me voy más para arriba. Esta vez bajo desde otro punto alto y a esperar, esperar hasta que aparece un dentón pequeño que se pasea delante mía, por un momento digo no y al siguiente me cago en todo por no haber asegurado la comida.
Tengo que ser la persona más indecisa de la historia.
La espera continúa y vuelve, pero esta vez dando envidia a uno un poco mayor que viene de frente a por mí. Esta vez sí.
Voy tan pasmado que ni reacciono tras el tiro y se me va al fondo a unas piedras a encuevarse.
Bajo, saco, remato y a celebrar que va pescadito para casa.
Insisto en la zona, hay un banco de corvas pequeñas y cuando voy a subir me topo con dos medregalillos que me asustan. Apunto con calma y otra piecita para arriba.
Llevaré 6 o 7 bajadas y ya está el día hecho para mí.
Malos cambios.Cambiamos de sitio, en la primera bajada veo un pequeño dentón y poco más, voy a bajar a de nuevo a ver por otro lado y TAPÓN.
Otra vez jodido en el mismo seno.
Me he traído la jeringuilla para hacerme lavados, cambiamos de zona, barqueamos a Adhes y aprovecho para hacerme limpiezas. Tras el cambio de zona lo vuelvo a intentar, pero sin suerte. Me dedico a realizar lavados cada varios minutos, dejo el suero y lavo directo con agua de mar (como pica
), pero nada.
Otro cambio de zona, pescan ellos y yo barqueo. Antes de volvernos intento una bajada, parece que permite, pero de esas eternas. Llego al fondo, avanzo un poco y a esperar. Me he fundido casi todo en la bajada, a los pocos segundos ya me voy planteando volver para arriba, en eso que miro hacia un lado y me está entrando un banco de dentones majetes y una dorada guapa.
Me pego al fondo, se van, vuelven y la dorada entra que si que no, detrás dentones mucho más grande y me digo a mi mismo "no seas bobo que puede que no bajes más y no sabes cuando vuelves a pescar" y disparo a la dorada que rondaría el kilo y medio y estaba algo lejos.
Cuando disparo me sorprende que no está nada lejos.
Llego arriba pidiendo perdón por el feo hecho a Adhes, le digo que ya se olvide de los dentones y cuando meto la cabeza para coger la dorada veo que ni de broma tiene kilo y medio.
El agua sucia me la ha jugado y el tiro horrible.
Ahí se acabó mi día, algún intento más, pero sin suerte. Al menos la fortuna estuvo de mi lado y la pesca se salvó. Mis compañeros no tuvieron fortuna, pero si pudieron pescar todo el día.
Casi no saco la foto, ya estaba terminando de limpiar el dentón.
Tercer día.El temeroso.Ahí iba yo, con miedo. En esta ocasión quedaba con un compañero que no está en el foro. Barqueo primero y después al agua. Bajaba a un punto que años atrás ya conocí gracias al compañero.
En la primera bajada el miedo era máximo, bajaba con mucha calma esperando sentir el bloqueo, pero mi sorpresa fue que no ocurrió, eso sí, hice el yo-yo.
Pero me sirvió para ubicarme y ver un mero pequeño y un bancazo de corvas guapas.
La historia se repite.La última vez que estuve vi el mismo panorama y me comí los mocos buscando algún mero chulo que me había comentado el compañero que a veces se meten. En esta ocasión quería asegurar, pero el compañero volvió a repetirme que antes revisara bien todo... Yo sabía lo que iba a ocurrir...
Bajo, reviso bien, me veo el mero encuevado, las corvas mirando desconfiadas, una morena que parece un congrio y poco más, ni rastro de ese gran mero.
"Voy a por las corvas, aquí no hay nada". Ya sabía que al volver no iba a ver ni una corva.
Bajo y no están, me entran dentones pequeño y a lo lejos veo el banco en medio de la nada como a 10 metros de mí o más.
"Una bajada más y nos vamos". El compañero recogía la marcadora y yo me dejaba remontaba la corriente, esta vez iba a bajar un poco más tarde con intención de que la corriente me pusiera encima de las corvas. Dicho y hecho.
Las tengo todas debajo y ahora viene el dilema "¿disparo a la caída que soy malísimo o me intento acostar a un lado de ellas a ver si aguantan y disparo?". A todo esto las corvas en medio de un arenal huyendo al refugio suyo y yo voy y disparo a la caída.
Rozo una y reír de lo malo que soy.
¡¡Plon, plon!!El compañero me dejó en varios puntos muy interesante que supuestamente son de mero, pero el agua estaba imposible abajo y frío. Varios cambios que prometían, pero el mejor sitio tendría metro y medio de visibilidad.
Nos vamos a un punto los dos y comenzamos a pescar la zona desde la parte alta hasta abajo. Abajo del todo hay dentones pequeños y está el corte de la termoclina. Insistimos por la zona y en una bajada caigo en unas piedras que llevaban grabado en el exterior "pornosub".
Están todas las fulas/castañuelas aplastadas, super asustadas, hay carnada y de vez en cuando todo corre.
No entra nada, sigo detrás de las piedras asomando el fusil, todo parece que algo gordo entrará en cualquier momento, pero ya me toca subir y cuando me incorporo a unos 8 metros de mi medio visualizo unas rocas (la visibilidad abajo es mala) y escucho un coletazo muy fuerte.
El compañero quiere irse a una zona menos profunda, le digo de hacer una bajada más, pero caigo en un sitio desconocido y solamente hay un pulpo. Nos volvemos a menos agua, pero no hay un vivo. Toca ir regresando.
La prorroga.Último punto ya de regreso. Le digo al compañero que vaya a su hotpoint que yo me voy directo a unas piedras que me gustan mucho. Llego al sitio, el agua está limpia, primera bajada desde atrás y avanzando ligeramente. Antes de comenzar a avanzar hago algo de ruido y ya voy al punto donde me pueden ver. 1 metro antes me paro y visualizo lo que puedo. No tarda en entrarme unos medregalitos.
El rey de la indecisión vuelve.
Por suerte a lo lejos viene uno más cabezón decidido y ya me olvido de los que giran a mi alrededor.
Pescadito para arriba.
Insisto por la zona, hay corvas, dentones y en una de esas que bajo un poco más me vienen los dentones hacia a mi mientras voy llegando al fondo.
Es una buena pelota de dentones kileros en los mejores ejemplares, lástima.
Los medregales aparecen por mi cabeza a muchos metros de mi y no tienen intención de bajar.
Voy revisando el alrededor y regreso al asunto. Voy a por las corvas a ver si hubiera un mero despistado. Avanzo con cautela, subo la roca y me asomo ligeramente... Solo hay corvas y una más grande que las demás "esa ya está buena para la sal". No puedo disparar o reviento la varilla, me dejo caer por un lado y ahora sí.
Cuando iba a ir regresando me veo un pulpo, lo cojo y lo suelto para al instante arrepentirme.
Tendría kilo y medio, pero luego recuerdo lo que me lo demandan en casa y isshh.
Voy haciendo bajadas, los medregales me entran, pero el agua sucia ha subido y no los veo bien, están ahí y confío en que se acerquen más, pero sin suerte. Alguna bajada más donde veo abades pequeño y ya la última bajada.
Hay mucha carnada, veo bicudas, voy bajando y ya veo donde posarme, justo doy un golpe accidental y a donde iba sale un dentón que estaba posado de buen tamaño.
Me pego al fondo y comienza la locura. El agua está blanca, no veo casi nada, la carnada se me pega, las bicudas empiezan a cruzarse por todas partes y viene un banco enorme de medregales que van muy rápido y no paran de entrar, salir, entrar y salir y yo buscando el de mayor tamaño. La espera se hace larga y me veo sin disparar por la indecisión.
Al final apunto a una cualquiera y disparo a la desesperada. Tiro malísimo.
Fin del día, cupo cumplido y ya toca volver. El compañero ha podido coger otro medregal y un buen pejerrey que resultó ser el pequeño (4kg).
Ya tengo el congelador bien suministrado para un buen tiempo y a la suegra contenta.
¡Saludos Familia!