El domingo po la mañana me desperté por unos ruidos a las 6, habiendome aocstado a las 3... 3 horas de sueño es muy poco... empezamos bien la salida de pesca. Encima me acerco al mar y se ve sucio y parece que se acerca tormenta... mi compañero de pesca no puede venir y el barquero de siempre hoy no puede venir... pues solo no me apetece tirar la barca... por que no hice caso de todas estas premoniciones y me fuí a almorzar a algún buen bar???
ues como la afición tira más que nada ale, preparo los trastos y a las 7 i media estaba en una zona de calas donde el agua se suele aguatar limpia a ver si esa noche podia cenar llobarro.
Para empezar, la roca por la que pretendia entrar al agua era un sitio complicadisimo, una rompiente donde pegaban las olas con ganas... por mala gana de caminar n rato casi pierdo el fusil y las olas me rompieron una cosa de la plancha... esto va de mal en peor!!!!
Por fin en el agua, a ver que se puede pescar... Hago 2 esperas... a la segunda un grupo de llobarretes de enre 200 y 400 gramos. No aparece el grande pero hay movimiento de pescado, parecia que pintaba bien... El único problema es la corriente y la fuerza de las olas que no me dejan acercarme a la pared de las calas que es por donde más pescado suelo coger.
En la zona hay una cueva en la que casi siempre que voy hay algún llobarro más o menos grande. Decido ir a visitarla haciendo esperas por el camino. Pensando que no voy a ver nada me dedico a controlar el tiempo de mis esperas, estoy todo desconcentrado de la acción de pesca. En una de estas me entró un sargo enorme, sobre el kilo y medio y no pude ni apuntarle!!!!
Ya me puse de mala leche, pensando en todo menos en pescar, en el frio que me está entrando por que me he ido con pantalón de 3mm pensando que saldria el sol, en que cojones hago pescando si deberia estar en casa estudiando, que no vale la pena...
De camino a la cueva que os decia hay una piedra en la que nunca he cogido nada, bajo no se por que (instinto??? por vicio??? casulidad??) y allí estaba el "tito". Un llobarro que estaria sobe los dos kilos. Evidentemente he bajado tan despistado que el pez se va tranuilamente... otro fallo, la mala leche aumenta exponencialmente.
LLego a la cueva y hay... nada, pienso: "vamonos a casa que hoy no es midia".
Para rematarlo, justo por donde he entrado en el agua veo una dorada de las "buenas", bajo disparo... íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡y fallé!!!! Realmente no se en que pensaba ni donde apuntaba. Definitivamente el domingo no era mi dia.
Conclusiones: Para ir a pescar hay que estar despejado y concentrado en lo que se hace... yo no vuelvo a pescar con tan pocas horas de sueño!!!
Ale... a ver si mañana me desquito!