este articulo ayuda mucho a entender la relacion amor-odio Ferrari-Alonso , el porque? y por como? de la cuestion, vale la pena leerlo al que le vaya el tema
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el periodico de CataluñaLA HISTORIA DE LA CONTRATACIÓN|DIEZ Aíƒâ€˜OS PARA LLEGAR A META
Ferrari firmó el contrato con Alonso en julio del 2008, en Lugano, tras un flechazo que había empezado en Minardi
El cortejo entre Ferrari y Fernando Alonso comenzó antes incluso de que el asturiano llegara a la F-1. Comenzaron a hablar, a quererse cuando Alonso aún era piloto de F-3000 y se unirán 10 años después.
Giancarlo Minardi fue el primero en apreciar el talento de Alonso. El premio por ganar la Fórmula Nissan en 1999 era una prueba con un Minardi F-1. Y el patrón de Faenza quedó prendado de aquel chico un lluvioso día de diciembre de 1999 en Jerez. Junto a Minardi se encontraba Cesare Fiorio, exjefe técnico de Ferrari. Fue el primero en alertar a Jean Todt, jefe de Maranello: í‚«Jean, acabó de descubrir un diamanteí‚». Alonso disputó, en el 2.000, la F-3000 y Minardi lo contrató, sin tener un duro, tras triunfar con el Astromega en Spa en septiembre.
El joven español ya tenía asegurado su debut en la F-1 al año siguiente, pero en un equipo modesto. Tanto, que no disponía de presupuesto para acabar el Mundial. Así que no tuvo más remedio que vender su mejor activo: Fernando Alonso. í‚«Estando en Minardi, Alonso tuvo una oferta para ir a Ferrari por cinco años. El acuerdo era total, hubo hasta apretón de manos, pero, unos días después, Flavio Briatore se hizo con sus servicios y eso Todt no se lo perdonó nuncaí‚», recuerda Joan Villadelprat.
El error de Jean Todt
La oferta de Todt no contemplaba ninguna indemnización a Minardi y ofrecía a Alonso un año en la escudería Prost y, luego, ser probador de Ferrari. Nada concreto. De hecho, el equipo Prost desapareció ese mismo año. Felipe Massa ocupó el lugar de Alonso en esa apuesta. Briatore sí llegó con el dinero que Todt le negó a Minardi y, además, un contrato para el piloto de cinco años.
A mediados de esa temporada 2001, Todt coincidió con Minardi en una rueda de prensa de la FIA. í‚«Solo hay una cosa que tienes que me interesaí‚», le dijo el francés. í‚«Podías haberlo tenido, pero no quisiste llamarmeí‚», respondió Minardi. í‚«No importa. El día que lo necesitemos, lo compraremosí‚», dijo Todt. El jefe de Ferrari F-1, desde 1995 al 1 de enero de 2008, nunca digerió que un mocoso de 19 años dijera no a la Scuderia . Porque fue Alonso el que tomó aquella decisión en el 2000. Ni su padre, José Luis, ni su entonces mánager, Adrián Campos. í‚«Nadie decide nunca por él. Ni de niñoí‚», dice hermético su padre.
Toda la F-1 coincidía en ver en Alonso el sustituto natural de Michael Schumacher, desde aquella primera pole en Malasia, el primer triunfo en Hungría (2003), sus espectaculares salidas y adelantamientos en el 2004, su título en el 2005. Pero Todt se la había jurado. Así que el francés buscó en otro lado para pensar en el relevo de Schumi cuando el alemán tomara la decisión de retirarse.
Aquel 2005 significó un desastre para Ferrari. El McLaren era el coche más rápido, aunque Alonso ganó el título. El español y Ron Dennis se veían habitualmente en el podio. Se tiraban flores mutuamente. Al final de la temporada hablaron y McLaren anunció, a comienzos de enero de 2006, que había contratado a Alonso para las temporadas 2007, 08 y 09. La puerta de Ferrari estaba cerrada. Alonso cerró un buen contrato. Vodafone y, sobre todo, el Banco de Santander se fueron como patrocinadores a McLaren para utilizar la imagen del doble campeón del mundo que tendría como compañero a un desconocido piloto que venía de la GP2, Lewis Hamilton. Las cosas se torcieron desde el primer día. Y el desenlace fue, ya saben, lamentable, desastroso, para todas las partes.
De una forma u otra, el español buscó equipo mientras en la pista los McLaren ganaban pese a su lucha intestina. Se interesaron por él todos los equipos de la parrilla, incluído Ferrari. A Luca Cordero de Montezemolo le gustaba, a Stefano Domenicalli, le encantaba. Massa finalizaba contrato a finales de 2007... Todo encajaba, todo, sí.
Todo, menos Todt. í‚«Mientras dure el capítulo Todt, no estará Alonsoí‚», señaló el jefe de Ferrari en una entrevista publicada por La Gazzetta en el mes de agosto. Todt, llamado a capítulo por Montezemolo, matizó sus comentarios. í‚«Ferrari no es mía. Un día, no sé cuándo, el capítulo Todt se cerrará y serán otros los que tomen las decisionesí‚». Su negativa a fichar a Alonso y su ambición de conseguir el puesto de Montezemolo cavaron la tumba del francés.
Raikkonen, el obstáculo
Y llegó el día. Alonso decidió regresar a Renault mientras Ferrari le hacía un hueco. Con el título conseguido por Raikkonen en Interlagos (septiembre de 2007), Todt anuncia que se iba del equipo. Derribado el obstáculo, Montezemolo, presidente de la compañía, y Domenicalli, heredero del puesto de Todt, ven muy claro que el futuro de Alonso debe estar ligado a Ferrari.
En mayo del 2008, las dos partes acordaron firmar un contrato flexible, porque Ferrari sabía que Raikkonen podía renovar su contrato un año más automáticamente, y lo peor, tenía intención de hacerlo, es decir, no se irá a finales de 2009, sino 2010, en la misma fecha que expira el contrato de Massa. Seguro en el 2011, quizá en el 2010. Esas son las fechas que se articulan para un compromiso de dos años con opción a tres más. El contrato se firmó en Lugano en julio de 2008 en el despacho de Henry Peter abogado perteneciente al comité directivo de Ferrari, en el número 6 de la Via Canonica, donde se firman y guardan los contratos de la Scuderia.
A partir de ese momento, cambia el discurso de Alonso. También, sí, también cambia el sermón de Montezemolo. í‚«Si Ferrari me quiere, me tendrá. Es la escudería a la que todo piloto quiere ir algún díaí‚», dijo el piloto un mes después, en Monza 2008. Montezemolo y Domenicali ya le saludan efusivamente en público. í‚«Es un gran piloto, rápido, que sabe liderar un equipoí‚», decía Domenicalli, repetía Montezemolo.
Efectivamente. Raikkonen anunció en Monza 2008 que prorrogaba unilateralmente su contrato por un año más. Ni foto, ni acto, Ferrari estaba malhumorada. El día después, Emilio Botín se reune con Alonso en el motorhome de Renault y le dice que hará todo lo que estuviera en su mano para que sea piloto de Ferrari en el 2010, fecha en la que inicia su patrocinio rojo. Alonso amplía su contrato con Renault por un año, cubriéndose las espaldas, aunque mantiene la cláusula para irse en caso de que llegue, sí, Ferrari.
í‚«¿Pilotará Alonso en Ferrari el próximo año?í‚» La pregunta es directa a Botín en el box de Ferrari, donde acaba de saludar a Domenicali la mañana del domingo del GP de España, el pasado mayo: í‚«Esa es la cuestióní‚», contesta el banquero. ¿Hay posibilidades? í‚«En eso estamosí‚».
El pobre inicio de Ferrari, el pasotismo de Raikkonen con los ingenieros y la presión del Santander aceleran el proceso: Alonso pilotará en 2010. Cómo y cuánto cueste prescindir de Raikkonen es un tema a debatir. Ni Ferrari, ni Alonso sueltan prenda más allá de los elogios mutuos, pero, a mitad de año, es ya un secreto a voces que el bicampeón asturiano recalará en Maranello.
Final feliz para todos
Mientras Raikkonen busca equipo y sus representantes se muestran inflexibles con la indemnización a recibir de Maranello, el Santander anuncia su contrato de patrocinio con Ferrari para el periodo 2010-2015. Lo hace en el Gran Premio de Italia, mano a mano con Luca de Montezemelo, los dos con chaqueta roja, los dos respondiendo a la gran pregunta: ¿Para cuándo el anuncio? í‚«Sigo a Fernando desde sus inicios en Minardi. Todos los grandes acaban en Ferrari. Incluso Senna, antes de morir, me dijo en una cena que quería pilotar para nosotros. Tarde o temprano, Alonso estará en Ferrarií‚», confirma el gran jefe de Ferrari. í‚«Tener a Alonso en Ferrari es un sueño, y los sueños, si se desean mucho, se cumplení‚», confirma Botín.
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