Autor Tema: Disney descubre las aguas de Tenerife al rodar í‚´Oceánosí‚´  (Leído 1744 veces)

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Desconectado J.Arcadio

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Disney descubre las aguas de Tenerife al rodar í‚´Oceánosí‚´
Las aguas de Tenerife son uno de los escenarios del documental más caro de la historia del cine
 
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Mapa con las localizaciones de todo el planeta, incluida Canarias, donde se rodó el documental de Disney Nature.
Mapa con las localizaciones de todo el planeta, incluida Canarias, donde se rodó el documental de Disney Nature.  la opinión

LAURA DOCAMPO La superproducción Océanos, un viaje que explora la vida de las majestuosas, y en ocasiones raras, criaturas de las profundidades. La espectacularidad de sus imágenes, logradas a partir de nuevas técnicas de rodaje submarina, componen una experiencia sin precedentes para el espectador de lo que transcurre bajo el agua incluso en nuestra propia costa. La cinta, en la que se invirtieron doce años de trabajo, es la gran apuesta de Disney para esta primavera tras el éxito en 2009 del documental Tierra. Su estreno mundial será el 23 de abril, día internacional del Planeta.

Los simpáticos calderones que habitan las aguas del sur de Tenerife son muy famosos entre los turistas. Salir a navegar para verlos de cerca es una de las excursiones más demandadas por quienes nos visitan. Pero a partir del próximo 23 de abril, estos "guepardos de los mares", como los llaman los científicos, no sólo encandilarán a los vídeo aficionados que se agolpan en las cubiertas de los catamaranes, sino que darán el salto a la gran pantalla de todo el planeta.

La poderosa maquinaria de Disney vuelve a apostar este año por el cine documental, después de su éxito de taquilla en 2009: Tierra. Y lo hace rompiendo moldes. La producción de Océanos ha demandado 12 años de trabajo y 50 millones de euros, cifra que lo convierte en el documental más caro de la historia. Tampoco tienen precedentes las técnicas de rodaje submarino en alta definición empleadas por sus realizadores, que han permitido seguir a la misma velocidad a rápidas especies marinas como delfines y atunes. También han logrado captar imágenes de gran calidad, pese a tener mucha y poca luz, mientras desplazaban la cámara junto a una mantarraya, entraban en la guarida del bacalao gigante o sorprendían a un rape y un pez emperador.

Canarias es una de las 40 localizaciones donde los franceses Jacques Perrin y Jacques Cluzaud (nominados al Oscar al Mejor Documental en 2003 por Nómadas del viento) rodaron esta película. En cada uno de esos puntos sumergidos dentro de los cinco océanos, los directores exploraron desde lagunas tropicales a témpanos polares para conocer, desde un nuevo enfoque, a las criaturas que los pueblan.

En una de esas escalas, el equipo de Océanos recaló en Tenerife para buscar imágenes de cachalotes y calderones. Según explica Alberto Brito, catedrático de Biología animal de la Universidad de La Laguna, estos mamíferos "son unos de los más desconocidos del planeta". Paralelamente, son de los que más interés despiertan, dadas sus extraordinarias cualidades: tienen el cerebro más grande en proporción a su cuerpo de todo el reino animal; son buceadores extraordinarios y tienen la capacidad de moverse en las profundidades marinas con la velocidad que lo haría un guepardo en plena sabana africana.

Tenerife es un lugar de especial riqueza en cetáceos. Aunque son abundantes en otras latitudes, las aguas que rodean la Isla son el único lugar del mundo donde viven todo el año, sin necesidad de migrar. Según las investigaciones, la población residente de calderones ronda los 300 ejemplares y moran las profundas aguas cercanas a la costa sur de la Isla.

Brito y su equipo llevan años estudiando al calderón, un cetáceo capaz de sumergirse a 1.200 metros para capturar los grandes calamares de los que se alimenta. Además, puede hacer la inmersión y subir a la superficie en un tiempo récord de 15 minutos. El experto resalta que "todavía no se conoce cómo estos mamíferos pueden bajar y volver tan rápido sin entrar en embolia".

"Los mamíferos marinos de buceo profundo, como el calderón o el cachalote, se enfrentan a un ambiente extremo, oscuro y con una presión de 200 kilos por centímetro de piel. Para lograrlo, han tenido que desarrollar adaptaciones fisiológicas y de comportamiento que aún no terminamos de comprender", confiesan en un artículo expertos de la Universidad de La Laguna y científicos de Massachusetts y Dinamarca.

Por los trabajos más recientes de este equipo ha podido saberse que en esas duras condiciones, los calderones fallan, de media, en el 60 % de sus inmersiones. "Gastan mucha energía para poder comer, porque suelen hacer varios intentos hasta que lo logran, pero una vez que atrapan una presa consiguen un aporte de alimento enorme porque consiguen piezas muy grandes", apunta Brito.

El guepardo del mar

El último dato descubierto por este colectivo internacional de investigadores, que fue publicado en una prestigiosa revista científica, revela la asombrosa velocidad con la que se mueven estas criaturas. "Estando a mil metros de profundidad, cuando acelera para atrapar a su presa, puede llegar a alcanzar una velocidad de nueve metros por segundo", explica Brito al tiempo que añade, "la brutal aceleración que experimenta cuando está persiguiendo comida se parece mucho a la de un guepardo".

También se sabe que estos animales viven en núcleos familiares y pasan el 65% del tiempo nadando en la superficie. Los investigadores señalan que "es sorprendente que, a pesar de vivir en pequeños grupos muy unidos, se mantengan prácticamente en silencio cuando están en superficie" y que "sólo emitan chasquidos entre los 470 y 750 metros de profundidad, cuando ascienden o descienden de sus largos buceos de alimentación".

En este documental de cien minutos de duración, los directores Perrin y Cluzaud se adentran en la inmensidad de la masa de agua que cubre el 75 por ciento del planeta hasta alcanzar lugares donde el hombre nunca había llegado anteriormente.
Aval sin precedentes

La película cuenta con el aval de las productoras Vértice y Galatée Films, está última con estrechas relaciones con la comunidad científica de todo el mundo a través de reconocidos largometrajes como The monkey folk, Microcosmos y Nómadas del viento.

Además, reconocidas entidades científicas como el Museo de Historia Natural de París, La Fundación Sloan para el Censo de la Vida Marina (EE UU) y diversos centros franceses de investigación como el CNRS, Ifremer o ESA han colaborado estrechamente asesorando al equipo de cineastas de este gran proyecto de la Factoría Disney. Completa la propuesta una trepidante banda sonora a cargo de Bruno Coulais, nominado al Oscar por Los chicos del Coro.

Océanos fue rodada en santuarios marinos en más de 70 expediciones alrededor del mundo. Algunas de las escenas de la película tienen lugar en un museo de especies extinguidas. Con esa secuencia, los cineastas galos pretenden denunciar la incontrolada voracidad del hombre, que con sus kilométricas redes y la contaminación barre sin tregua la vida de los mares hasta esquilmarlos.

Como ejemplos de este exterminio, Jaques Cluzaud recordó durante una entrevista con la agencia Reuters que "mientras preparaban el rodaje en el río chino Yangtze, el último ejemplar de delfín desapareció". No olvida tampoco que sus cámaras lo dejaron asombrado al captar cómo "una curiosa foca se movía al lado de un carro de supermercado hundido en unos fondos marinos llenos de basura, para, a continuación, salir a la superficie, justo al lado de un complejo industrial instalado al borde del agua". Para Perrin, el mar "se desangra", pero "todavía es rico y lo seguirá siendo si queremos", concluye.
« Última modificación: 05 de Abril de 2010, 03:50:26 pm por jarcadio »
 

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