MARYORIE GONZíƒÂLEZ
SANTA CRUZ DE TENERIFE Las jaulas marinas destinadas a la acuicultura son como granjas de cerdos o pollos. Con este argumento se presentó ayer un estudio sobre el impacto de las nasas en el sector turísticos. "La acuicultura marina es una actividad económica de interés para las islas, pero debemos hacer un esfuerzo para ubicarla en zonas alejadas a la costa para no producir un impacto ambiental que dañe los fondos marinos". Esta advertencia fue hecha ayer por el presidente de la asociación hotelera y extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y el Hierro, Ashotel, Fernando Cabrera.
Cabrera asistió a la presentación del informe Impacto de la Acuicultura en el sector turístico de Tenerife encargado a la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En este estudio se insta al Gobierno de Canarias a que se cumpla lo acordado en el pacto por la Competitividad y la Calidad del Turismo en Canarias en materia de Acuicultura firmado en 2008 en Fuerteventura. Una de las conclusiones que revela el documento es que las jaulas marinas son incompatibles con el turismo, pues además del impacto visual, generan una alteración de la masa de agua que las rodea, impidiendo su uso con fines recreativos.
El presidente de Ashotel, José Fernando Cabrera, rechazó la futura ampliación de las jaulas marinas en la zona del acantilado de Los Gigantes, en un lugar turístico conocido como Lago Azul. Según comentó el presidente, esta instalación causaría un enorme impacto visual, enturbiaría el agua y atraería a tiburones y delfines. Cabrera añadió que " además va en contra de lo firmado por el Gobierno de Canarias en el acuerdo por la Competitividad, donde se recogió que cualquier ampliación o nueva instalación de acuicultura se haría en los polígonos respectivos. Fernando Cabrera explicó que los hoteles situados en los municipios de Arona, Adeje y Santiago del Teide cuentan con más de 250 alojamientos turísticos que dan trabajo a más de 40.000 personas y que soportan más del 60% del turismo de Tenerife.
"Tenerife tiene 200 km de costa y hay lugares más adecuados para colocar las jaulas que en las mejores playas de la isla, donde hay un mayor turismo", concluyó el presidente de Ashotel.
El alcalde de Santiago del Teide, Juan Damián Gorrín, también mostró su desacuerdo con las instalaciones de jaulas marinas. El alcalde también abogó por la instalación de estas jaulas marinas en unos polígonos adecuados para ello. "Hay que apostar por el turismo que es el sector que ahora mismo está tirando de la economía canaria", concluyó.
Por su parte, el catedrático de Ecología y Medio Ambiente submarino, íƒÂngel Luque explicó el impacto que supone la acuicultura en el oeste de la Isla. "Estas jaulas son instalaciones de producción animal, idénticas a lo que puede ser una granja de producción de cerdos, o de pollos, lo que significa un impacto ambiental considerable", criticó Luque.
En el informe se estudia las características de las jaulas marinas, además de toda la normativa existente con respecto a estas jaulas. El catedrático explicó que en ningún caso la acuicultura supone una alternativa a la pesca. "Por cada kilo de pescado que producimos, tenemos que consumir cuatro kilos de harina para producirlos, lo que se está haciendo es convertir proteína barata en más cara, pero la explotación del mar es igual o incluso mayor", constató Luque. El catedrático rechazó esta instalación y afirmó que la equivalencia a las jaulas marinas es "como si estuviéramos criando leones y los alimentáramos con ternera". Las futuras jaulas se situarían en la zona del liquen, lugar de hábitat de los delfines mulares, actualmente especie protegida.
"El vertido de nitrógeno y fósforo que producen las jaulas es semejante al incremento de la población humana, la producción de 1.000 toneladas de pescado es equivalente a incrementar en 20.000 habitantes la zona", denunció Luque.
LA OPINIÓN DE tENERIFE.
