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LA MUERTE DE DON FELO (un mero guasa)

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rash:
Aquí os pongo la narracion de la pesca de este pez, hecha por tutomar y con su permiso, espero que os guste tanto como a mi:

A mediados de la década del 40 en el siglo pasado, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, llegó a la Ensenada de Puerto Colombia un mercante alemán de 250 metros de eslora y ancló a  5 kilómetros del muelle de Cisneros.

Cuentan que la tripulación tomó la decisión de no regresar a la patria, llevaron a tierra muchas de las herramientas valiosas del barco, incendiaron la proa y abrieron todas las válvulas. El barco, lentamente  se fue hundiendo... la proa quedó a 15 metros de profundidad y la popa a 5.
Hoy el Pecio se llama íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“El AlemáníƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ y hay muchos porteños de ojos claros con apellidos germanos que cuentan historias de sus ancestros.

Hace un mes, durante la calma que precede a las brisas del Veranillo de San Juan, decidimos Freddy y yo  probar un motorcito viejo en el Zodiac-casco duro  y íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“ya queíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ íbamos a dar la vuelta, aprovechamos para embarcar los arpones y el resto del equipo. Revisamos unos bajos cercanos sin suerte y decidimos alejarnos hasta  íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“El AlemáníƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚.

 Encontramos buena visibilidad, no había corriente, tampoco peces a primera vista por lo que empezamos a mirar mas de cerca los laberintos del barco. Al filo de las 11 AM. Freddy gritó, había encontrado al elusivo
íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“ Don FeloíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚, un mero guasa al que la habían tejido muchas historias, tenía a su haber muchos anzuelos , varillas y arpones que le había arrancado de las manos a varios Pescasub porteños.
Regresamos al bote emocionados y organizamos el equipo para la aventura.
Gran decisión, el riesgo de perder parte de los equipos ante la magnitud del pez era muy alta.  Disponíamos de un arpón íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“TuteroíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ recién fabricado en teca con tres gomas de 16mm, varilla tahitiana de 8mm de diam. x 1.40mts de acero resortado, fuste lastrado y balanceado de 3 kilos... amigos, que adrenalina !. Freddy llevaba un Tutero a dos gomas de 19mm, varilla tahitiana de 8mm x 1.20mts.  De repuesto, llevábamos en la boya dos arpones livianos  de fuste integral en teca de 1.50 mts, uno con tres gomas de 14mm con varilla de 6.5mm  y el otro con dos gomas de 16mm y tahitiana de 6mm... estábamos listos para la cacería.

Don Felo se encontraba en la proa debajo de cubierta a 15 mts de profundidad, habían varios agujeros que dejaban pasar la luz ... la figura era fantasmagórica en esa penumbra, le calculé  en ese momento dos metros y medio aproximadamente, con la espina dorsal erizada se veía imponente, confiado y seguro de su  poderío, era el depredador No 1 del pecio. Bajé tres veces hasta que al fin, ya de frente, mostró la cruz y le solté mi mejor varilla con la esperanza de dejarlo listo al primer arponazo. Estaba a seis metros y se movió muy rápido  y esquivó parcialmente la varilla que le dio arriba de la agalla. Salió a toda velocidad por una ventana del  costado de  proa, el cordel  Spectra de 2mm de diámetro que llevaba la varilla   lo reventó como si fuera hilo de coser y se perdió en la bruma submarina.

Quedamos desconcertados, fui a la boya ,  cambié de arpón y regresamos lentamente .Pensé en dos posibilidades : se  marchó al desierto submarino o se quedó en uno de sus escondrijos en el barco.
Un rato después, Freddy lo encontró en la popa y le disparó su varilla de 8mm para sacarlo del fondo del mamparo... el pez regresó veloz por todo el costado del  barco a la proa, donde yo lo estaba esperando, sin embargo, no vi donde se ocultó. También  regresó  mi compañero mientras lo seguía buscando.
En una de las inmersiones entré por donde lo había visto inicialmente , salí por la ventana que había usado para escaparse  y  íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡sorpresa! ... sobre la arena a 15 metros del casco había lo que parecían  dos grandes troncos idénticos: uno era real, y el otro era íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Don FeloíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ que se había mimetizado extraordinariamente, no había diferencia, cuando ya subía por aire, lo descubrí por el débil brillo de una de las varillas que tenía incrustada. Arriba estaba el relevo, bajó Freddy disparándole  con el arpón liviano,  el pez se le fue encima de tal manera que se agarró de una de las varillas  dando un paseo memorable durante 20 metros hasta que  la falta de aire lo obligó a soltarlo.
El cordel Spectra  se había deshilachado y parecía una larga y delgada bandera  blanca que ondeaba delatando el escondite. Esta vez no fue a la popa, se quedó  a medio camino entre unos mamparos  angostos donde casi no cabía, así que ahí aproveché y le disparé la cuarta varilla, eso sí, esta vez sí le apagué el  íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“swichtíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚, fue a la cruz.
Ya eran las 6 de la tarde cuando subimos al bote, amarré a Freddy con la cuerda del ancla por la cintura porque no tenía donde  apoyarse para sacarlo, era demasiado grande...y bajó por él. Ya dentro del escondite recogió todos los cabos de los cordeles que había roto, e  hizo un nudo, entonces lo sacó muy  lentamente del mamparo. El resto, para mí, que estaba en el bote, fue muy sencillo, como subir el ancla. Aseguramos el nudo y Don Felo quedó a media agua moviendo sus aletas con las 4 varillas... que espectáculo, alucinante,  todavía creíamos que era capaz  de tratar de escapar pero prendimos el motor y comenzamos a regresar con él debajo.
A los veinte  minutos  ya sabíamos que no iba a intentar  nada , estaba vencido. Decidimos subirlo , muy suave lo acercamos a la borda, abrió la boca , lo amarramos, y poco a poco lo fuimos subiendo  hasta que al fin fue nuestro, sin embargo, ya dentro del bote alcanzó a dar unos cuantos coletazos peligrosos por las varillas, pero definitivo, fue su final. En ese momento pensé  que  ya había cumplido su ciclo y que dejó enorme descendencia que lo reemplazaría con mucha prestancia en el futuro.
Llegamos  a la orilla a las 7pm, tomamos las fotos de rigor y le calculamos  unos 150 kilos de peso ... midió 2 metros de largo. Terminamos de filetearlo a las 12 de la noche porque no cabía en ningún congelador del pueblo, solo  por partes.

Días después,  conversando con Freddy he sabido de la fama que había aquilatado Don Felo en Puerto Colombia, al parecer, su  habilidad estaba en esconderse  en las grandes bodegas del Pecio, pero esta vez la suerte estuvo con nosotros, porque esas bodegas y otros escondites que usaba, un mar de fondo reciente los había llenado de arena y no pudo escapar como siempre lo había hecho.

Dos reconocimientos : a Freddy Charris Jr., expupilo, astuto y de pulmones de acero, se ha ganado el respeto de todos como el mejor Pescasub de estos lares,  y a Don Felo,  gran pez, por habernos proporcionado tremenda emoción y acrecentar nuestro orgullo de Cazador Submarino.

Tuto Martínez  Jr.
Barranquilla, Agosto 6/2005

guayo:
simplemente impresionante 8-O

Felicidades por la captura y por el relato que es muy ameno

skualo:
que maravilla poder capturar un bixo de este tamaño....
muy buen relato

un saludo

chester:
Joder k bixo! Que guapa debió ser su captura. Muy bueno tambien el relato! Felicidades a los dos por esta bella captura.

Saludos

PEZLORO:
Que relato tan envolvente, les felicito a ambos (incluyendo a Don Felo) :D  :D .

Buena suerte siempre hermanos.

David.

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