Los puertos tienen un plan de seguridad y régimen interno (o como quieran llamarlo), y seguramente sea ahí donde conste la prohibición, seguramente motivada por el tráfico de vehículos pesados en toda la zona.
Si se le hace ver a la Autoridad Portuaria la conveniencia de habilitar zonas para tránsito de bicis, dadas las dimensiones del puerto, al tiempo que les permite colgarse una medalla en cuanto a sostenibilidad por algo que les sale casi gratis, puede que estén dispuestos a variar su postura. Y es que a veces, antes de gritar, hay que hablar.