Saludos,
Este tiro va dedicado a Jeremías, que no lleva muy bien los tiros frontales ni los de abajo a arriba. Para mí también son los que me suponen mayor dificultad, pero todo es cuestión de confianza, no de técnica.
En mi opinión, cuando el pez se te viene encima, si estás esperando que gire o cambie de dirección para ofrecerte un blanco mayor y no lo hace, mal asunto... Retrasarás demasiado el tiro, encogerás el brazo, estarás tenso dispuesto a apretar el gatillo, y al final, lo que darás será un gatillazo...
Es cierto que en estos tiros la superficie que te ofrece el pez es menor, y si no ajustas bien el disparo, puedes alcanzar una zona blanda, con riesgo de desgarrar la pieza. Pero aún con todo, creo que siempre es mejor disparar en cuanto tengas el blanco "encuadrado", sin estar pensando o esperando un cambio en el movimiento del pez.
Como siempre: apuntas,
estiras el brazo, apretas suavemente el gatillo, y el pescado "pa la saca"
. Esto es más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo cuando lo que se te viene encima es una pieza excepcional a toda velocidad, como un dentonaco del carajo, por ejemplo. Eso es cierto.
Un truco es "no pensar" en cuánto pesa, en cuánto hace que no ves uno de esos, dónde le tendrás que pegar para sujetar tremendo morlaco, etc. mientras se te echa encima.
Si lo vemos como un blanco cualquiera más, cuanto más grande sea, más fácil es acertar, y no al revés por ponernos nerviosos.
Un saludo.
Javi.