Este jueves, aprovechando el dia de fiesta y que tengo el horario de trabajar de mañana esta semana, madrugo un poco, cojo los bártulos y me voy para el agua. El lugar para meterme lo decido cuando desde la carretera veo el mar. Esta indecisión viene motivada porque en las últimas salidas no he visto nada que merezca la pena, haciendo porra tras porra disparando tan solo para descargar el fusil.
Una vez en el agua, veo mucho sargo, breados y algún pulpo, pero todo pequeño. Voy encadenando espera tras espera sin ningún resultado hasta una punta que se sumerge unos 30m en un fondo de 9 o 10m. En la mitad, tiene una grieta que la atraviesa de lado a lado la cual siempre me ha parecido un muy buen lugar para hacer esperas aunque nunca me ha dado ninguna pieza de porte. En la primera espera, acuden varios sargos mediokileros y unos ballestas. Segunda espera y misma canción. Insisto, ya que el lugar me gusta y tras los sargos aparece un dentón. Tendrá unos dos kilos y nada tranquilo. Ya lo veo en el horno y como me ha pasado en otras ocasiones con los tiros que son "sencillos", lo fallo
. Habían pasado algo más de dos horas. Sigo avanzando haciendo esperas y no veo nada interesante. Desde la superficie veo una bolsa verde, bajo y la meto en la red siguiendo el buen ejemplo de gente del foro y compañeros del club.
Agoto inútilmente la batería de la cámara. Llevo otra de repuesto, pero viendo la escasa o nula vida que se ve por la zona, no me molesto en cambiarla. Veo algo que flota y me acerco a ver. Es un globo pinchado con forma de moto que flota porque conserva una cámara de aire. A la red también.
Ya estoy cerca del punto de salida. En una bajada, me poso en el fondo, golpecitos con el fusil y a esperar. Y la espera no se hizo muy larga. Dos misiles me entran por la izquierda. Tiro rápido. El carrete no lo tenía flojo del todo y aunque suelta hilo, noto en el brazo la fuerza del animal. Aflojo y saca hilo como si no costara, se lleva todo el carrete. Lo empiezo a trabajar con la mano y se va todo al fondo, el hilo se destensa y una gran frustración se apodera de mi. Por si acaso no tiro del hilo, sino que lo sigo desde la superficie hasta que llego a su vertical. Al final del hilo, consigo ver una mancha blanca. Pienso que puede ser la herida del pez, pero no consigo verle. Desciendo tocando el dynema sin darle tensión y al de unos metros consigo verle. El también me ve a mí y pega una arrancada que me deja flipado, pero ya estoy cerca y sin dejarle marchar esta vez me acerco, lo agarro por la cola, agallas y para arriba. Ya es mío
Hago un par de esperas más, motivadas por el reciente subidón y como no veo nada, me acerco a la salida, cojo la cámara de repuesto, y grabo un pequeño video para sacar una captura de pantalla para el recuerdo.
Me encanta la pesca de estos peces aunque se me resisten más de lo que me gustaría. Dan una pelea brutal.