Pues tras cuatro dias de pesca seguidos, con cuatro capotes seguidos.... (después somos los recreativos los que acabamos con todo) me sonrió la suerte.
El mar había cogido fuerza en la pleamar, a diferencia de estos dias que era completamente plato. Me imagine que habría algo de movimiento de sargo a comer en los restos de las algas, y así fue. Pero estan más rápidos que yo. Después de practicamente 5 meses sin tocar agua (temporales y pandemia) me esta costando un mundo coger algo de forma.
Cuando ya voy de vuelta, en un pasillo de arena, veo una silueta muy bonita, espero que se meta detrás de una piedra para iniciar la bajada, directo hacia donde se supone que tiene que aparecer, y efectivamente, estaba de caza y no se preocupo mucho por mi presencia, disparo a la cabeza (con bastante suerte, porque se podría haber soltado, ya que solo le cogió un moflete) y para casa. La primera de este año.