Día gris, clarito, pero gris
Llego al pesquero y veo que la mar está buena aunque arrastra un mar de fondo curioso que no esperaba, una vez cambiado y en el agua hago un par de esperas para calentar, estirar y soltar burbujas mientras voy de camino a la primera zona buena. A unos 100 metros de la zona veo que llega una semirrígida y se echa un pescasub mientras alguien la hace de barquero, bueno, pues tocará ir de pescasub escoba por la susodicha zona que mucho margen de cambio a pata no hay ya. De todas formas la primera zona elegida a todas luces no tiene el día, ni me gusta el tono ni el pasto ni como se mueve, voy de escoba hasta que pasada la supuesta zona buena el barquero recoge al pescasub y desaparecen.
Sigo mi ruta, veo algún dentoncete pequeñín y en uno de esos balcones que tanto me gustan me asomo y veo como se va una preciosa dorada y hay un dentón de unos 3 kgs estático casi en el fondo, sé que si me asomo más desaparecerá de un coletazo, así que intento no moverme mucho con el mar de fondo, apunto y...fallo. La explicación, pueden ser mil cosas
distancia, mar de fondo, visibilidad, exceso de confianza, vamos que no se viene para casa.
Acabo la ruta y me dispongo a ir ya hacia fuera, cansado y ya con algo de frío, me falta revisar dos puntos a poca agua que hay de camino a la salida. Llego al primero de ellos, me preparo la bajada, hay apenas 6 metros de profundidad así que visualizo: golpe de riñón, llego al fondo, avanzo unos metros recto, giro por un bolo a mi izquierda, avanzo tapado por ese bolo, giro a mi derecha por debajo de una pequeña cornisa que tiene otro bolo a la derecha y al final de ese bolo me quedo cubierto por la cornisa y delante la posidonia hará su trabajo. Realizo el golpe de riñón y sigo el plan, una vez colocado espero, hay un poco de pez pasto que va a su bola, un tordo paseándose por delante, vaya! todo muy tranquilo hasta que a media agua, bastante elevado para haber tan poca agua y desde detrás de mi, por mi izquierda, aparece nadando de forma solemne un gran bulto que cambia de rumbo, pone la frente hacia mi para inmediatamente volver a cambiar de rumbo 180º porque ya sabe lo que soy, pero ya es tarde, el fusil ya estaba encarándose y aunque esté ya en rumbo de huida el gatillo ya ha liberado la varilla provocando un toink! acompañado al momento del carrete sacando todo durante segundos, menuda arrancada tienen!. Toca ir a por él, bajar a recogerlo en la posidonia y celebrar el éxito.
Muchas veces, un lance es la diferencia entre una porra, salir con una sonrisa de oreja a oreja y poder disfrutar la captura con la familia.