Yo me he comido muchos porrazos de esos y alguna leyenda urbana he escuchado de alguno que perdió un dedo (un amigo de
un amigo de un amigo deun amigo ...).
El caso es que yo considero que hay tres factores principales:
1.- Que la varilla no esté bien marcada. Hace 8 años era bastante común es fusiles de gama media-baja. Ahora suelo verlos bien marcados. La muesca debe ser en diagonal. Alguna varilla compré con una muesca a 90íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š.-, especial para porrazos en los dedos.
2.- El obús. Lo suyo es que cojas alguno artículado que acabe en cuña. Es más fácil de fijar que los que son un alambre gordo y punto, que son redondos. Pero tienen la pega de que cortan un poco si te pillas los dedos.
3.- Tu estilo y miedo a la hora de cargarlo. Si vas seguro, puedes comprobar si se ha cargado bien. Pero si vas con miedo sólo piensas en sacar los dedos de ahí, y ahí es cuando te llevas el latigazo. Los guantes son básicos. Además es buena idea cargar el fusil cogiendo las gomas desde arriba, en vez de desde abajo. Yo por lo menos veo que tengo más control sobre el ángulo del obús y puedo engancharlo mejor.
Yo tuve problemas con unos fusiles hace 7 años que se me soltaban una de cada 10 veces. Realmente iba acojonado al cargarlo. La solución para perder el miedo, un obús con cargador:
Es algo que no te recomiendo a menos que el miedo se convierta en un gran problema. Para mí fué la solución.