Pescar en la rompiente no es más que aprovechar la pantalla que forma la espuma para acercarse al pescado que está allí comiendo, cazando o de paso, pues esas aguas hiperoxigenadas y cargadas de alimento atraen a muchas especies. Realmente, no es una técnica en sí misma, sino un escenario distinto en el que practicar la pesca a la india -lo más habitual-, a la espera o incluso al agujero.
Lo más importante:
- NUNCA te metas en líos. Hay que ser muy consciente de tus capacidades y del estado del mar. Viña y compañía pueden pescar en sitios en los que el resto nos mataríamos en minutos. Hay que empezar por rompientes pequeñas para cogerle el truco.
- No te confíes. Antes de meterte en una rompiente, estudia bien como rompe la ola. Varía mucho en función del viento, de la marea, de la serie de olas... sitios aparentemente tranquilos se pueden convertir en una encerrona por una serie de olas; un bajo cubierto que no has visto puede generar una resaca impresionante si una ola abre sobre él. CUIDADO
- Es muy importante el ritmo de pesca. No se trata de hacer esperas largas, sino de hacer muchas con poca recuperación. Hay que saber cuándo y dónde salir a respirar, no puedes ir a ciegas.
- Físicamente es demoledor. Aleteo constante, recuperaciones cortas, cambios de ritmo... Cuidado con las rampas y calambres, en medio de la espuma son muy peligrosos.
- Si no ves pescado, cambia de técnica. La franja de espuma es muy estrecha y si ha pasado otro pescador, el peixe puede tardar un buen rato en volver.
- Mejor con la marea alta o subiendo y el agua no demasiado clara (3-4m). Mejor aún si está caliente en superficie (días de SW en Pontevedra)
- Los tiros tiene que ser rápidos, instintivos: muchas veces hay que tirarle a los sargos antes de que te vean. Claro que haciendo una espera hacia la espuma -desde abajo o protegido en la sombra de una piedra- puedes conseguir que no sepan que estás ahí...
Personalmente, no es una técnica que me apasione, aunque hay días que da MUCHO pescado. Es un espectáculo ver manadas de docenas de sargos de 2 kilos comiendo en una pared... y salir disparados en cuanto te ven. Con el tiempo, sabrás distinguir qué puntas son buenas y cuales no merecen la pena, pero es una cuestión de práctica.
Eso sí, cuando llegues a casa... vas a dormir como un bebé
. Una jornada completa a la espuma es agotadora.