Bueno, la verdad es que el tiempo no ha acompañado nada en este fin de semana largo.
El único día que pude ir a pescar, el agua estaba bien al inicio de la jornada (visibilidad 4-5 metros) pero, en 20 minutos, se puso fatal (1,5-2 metros). Una fuerte mar de fondo hacía que todas mis energías se centraran en intentar no despegarme del fondo.
En cuanto a peces... íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡vacío total!. Un mal día, sin nada rondando por ahí, ni una pobre lisa.
En definitiva, no pude probar el fusil a fondo. Como resumen: 2 tiros = 2 fallos. Algo preocupante.
MANIOBRABILIDAD
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Si en tierra se adivinaba una buena maniobrabilidad, en el agua, queda más que confirmado. La fantástica empuñadura de Effesub permite manejar el fusil perfectamente. El fusil tiene una flotabilidad ligeramente negativa y una sensación de "sin peso" en el agua. Aún con su amplio barril (29mm) el manejo en el agua es como mínimo tan agradable como con el XXV Gold.
Un diez, en ese sentido.
ERGONOMIA
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Bueno... en cuanto a la doble lazada. Aún con la pequeña uña retráctil, permite realizar una doble lazada. El hilo debe encaminarse por un par de salientes y requiere cierto tiempo acostumbrarse a la carga. Si el carrete no está tenso, la doble lazada se deshace con facilidad.
Aunque había previsto algún 'enredo' en el hilo, a la hora del disparo, eso no ha ocurrido en ninguna de las dos ocasiones. Sigo prefiriendo el XXV Gold en este apartado.
Si bien el talón de carga permite una buena visión de la flecha, a la hora de apuntar, lo único visible es la espuela del primer tetón, lo que hace difícil saber con claridad si el fusil está bien alineado o no (para mí, es necesario, alinear dos puntos de la flecha con el pescado). Una flecha 'tradicional' permite apuntar mejor.
La goma (que juraría que es de 16mm), tiene características similares a las cressi S-45, aunque un poco más duras. Permiten cargarlas con suma facilidad en el último tetón, lo que proporciona un poco de potencia extra en el disparo.
Los tetones permiten una carga mucho más rápida y segura que la muesca y, dadas sus posiciones, permitirían montar una goma (la más larga) más allá de lo normal y la otra (la corta) en el lugar típico de la más larga. Eso se traduce en más potencia que la que brindaría un fusil típico bi-goma circular. Eso sí, la flecha es especial y, ya hemos comentado que los tetones no tienen demasiada buena pinta...
LA PRUEBA
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Bueno, pensé primero en probar el equipo estándar, tal y como venía. Lo primero que se me puso a tiro fué un sargo de 1/2 kilo, a unos 3 metros. Un disparo claro que no habría fallado con el XXV Gold. Apunté, disparé y... íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡coño!... fallé. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿Qué había pasado?. Ni idea. La falta de claridad del agua me impidió ver con detalle qué había ocurrido.
El disparo fué rápido, la flecha fué disparada con velocidad y... cuando fuí a recogerla, se había clavado en una piedra lejana en una altura inesperada (bastante más alto de lo que hubiera quedado con una flecha tradicional). Soy incapaz de 'evaluar' este tiro.
Pienso... bueno... ya lo dijo Umberto... pero... sigo sin saber 'qué' ha fallado.
Una media hora más tarde, en una espera desesperada en medio de la lavadora que el mar de fondo me tenía preparado, se materializa el banco de herreras de las narices. Sigo a un individuo especialmente, distancia 1,5 metros de la punta del fusil. Blanco seguro con el XXV Gold. Apunto, disparo... íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡COíƒâ€˜OOOOO!... otro fallo. La flecha desaparece en la niebla y queda el hilo extendido muy recto ante mí, como si la flecha estuviera flotando en el agua... íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿qué ha pasado?. Otra vez, la falta de visibilidad me ha impedido ver qué ha pasado.
No veo nada más en una triste jornada. Así que no pude probar nada más.
CONCLUSIONES
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La aleta montada abajo facilita un tiro muy rectilíneo. Para un pescador que se inicia, tal vez sea el mejor punto de entrada, ya que la flecha sigue la línea imaginaria que trazan sus ojos. Sin embargo, para alguien que ya está acostumbrado a corregir mentalmente la rápida caída de las flechas con aleta abajo, para poder disparar con éxito, es necesario machacarse con pruebas de tiro. En todo caso, o blanco o negro. No conviene cambiar de tipo de aleta. O funcionamos con aleta abajo o con aleta arriba. Cambiar de una a otra asegura un rotundo fracaso.
Me gustaría probar si con una aleta más corta, la influencia se rebaja. Ya he notado que, montar una aleta más corta en la flecha 'tradicional' reduce la rápida caída parabólica y facilita un tiro más certero. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿Ocurrirá lo mismo con la aleta inferior?.
Otro punto al que hay que acostumbrase son los tetones. En el momento de apuntar, lo único visible es el primer tetón, que oculta el resto de tetones y la propia punta de la flecha. Esto, solo deja un punto de la flecha para alinear con el pez, lo que puede provocar fallos a la hora de apuntar.
Nada más, de momento. A la espera de nuevas pruebas con flechas tradicionales, gomas tradicionales, para competir en las mismas condiciones que con el XXV Gold, a ver qué tal resulta.