Después de cuatro largos meses, en los cuales entre virosis, mar muy malo y, sobretodo, demasiado trabajo, no pude meter los pies en el agua, ayer al fin saqué un tiempillo y pude mojar los trastos y el culo. No vean las ganasíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ desde diciembre del año pasado tenía traje Nuevo PoloSub, unas slip tips para monstrous que me mandó Javi (Umberto) y ahora recientemente las flechas PELAJ que distribuye el íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“panaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ Iván (Asturven). Todo eso sin probar agua salada. Y, para colmo, los compañeros haciendo grandes pescas.
Pero bueno, ayer al fin pude salir con íƒÂngel (el año pasado fue a él quien le tocó el secano de principios de año mientras que yo sí salí más que un muerto).
Fuimos al bajo de siempre, al frente de la ciudad, con un mar calmo como un plato, agua clara y cálida para la fecha (esta época es de muy fuertes vientes que originan floraciones, además de rebozos). No era la mejor elección ese bajo, porque usualmente es un desierto (aunque se le mete pescado de vez en cuando) y en especial los petos, pero sobre todo porque el día anterior estuvieron otros compañeros e hicieron un pescón de mil cojones, incluyendo un pargo gigantesco. En fin que nos rasparon el sitio. Pero qué se la va a hacer.
En mis primeras bajadas a una profundidad seria vi un bello pargo cebadal que sabía todos los idiomas y me pintó una paloma. Cayó sólo un íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“pejeburritoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ para no montarme al bote vacío. Luego en otro punto cayó un íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“pargueteíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ o pargo dentón kilero, una íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“cachúaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ (pes ballesta) y un calamar bastante grande para la especie. A íƒÂngel tampoco le fue bien, un parguito dentón, una cojinuita, una cuna (íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“abadeíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â) kilera, una cachúaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ En fin, una pesquerilla, de pequeñines pero igual de divertida. Vimos un peto impresionante, pero estaba solo y arisco, y nisiquiera brumeando con sardina se nos vino.
En el punto más hondo del bajo íƒÂngel me dice que están unos pargos dentones buenos y una cuna también grande, pero que no se siente bien para estar pescando a ese fondo. Bajé yo por no dejar a ver si andaba con suerte de caerle justo encima a una pieza buena (de arriba apenas se vé la sombra de la tira de piedras). Cuando voy llegando al fondo, veo un parguito dentón estacionado pero entonces entran un cardumen de bichos que viéndolos apenas el lomo no reconozco inmediatamente. Luego, cuando me acerco más al fondo, descubro que son íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“medregalesíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ (Seriola rivoliana) pequeñones, detengo la caida y los espero, se vienen unos cuantos a curiosear y disparo uno. Comienzo a subir dejando el bicho en el fondo, a ver si se aguantan los demás y baja íƒÂngel. Pero que va, los bichos se perdieron, posiblemente a una tira de piedras que está aún más honda (26-28 m) y para las que no estabamos a esa altura en condiciones. Y luego no vimos más nada.
Como nos fue tan mal con los fusiles, nos antojamos de "calar" con un "chinchorro" (red) de 50 metros que cargábamos en el bote para los estudios de íƒÂngel y tampoco cayó nada porque éramos muy pocos para estar halando.
Total que lo único más o menos decente que cayó fue el medregalito:
Sobre el equipo nuevo: sólo buenas impresiones. Un traje a la medida es la ostia. Viene hasta con barriga, je je. Es un 3 mm, pero no sé si por el tipo de neopreno o por ser a la medida es muchísimo más cálido que los que he probado antes y, de hecho, creo que en un agua más cálida que las de por aquí (p.ej. La Tortuga o Los Monjes) pasaré calor.
Las flechas PELAJ son impresionantes, tanto por el material como por el acabado. El afilado tricúspide corta con solo mirarlo, la aletilla es muy larga y gruesa, especialmente diseñada para monstruos surafricanos, y aunque no las probé con un pez decente, se ve que son de un acero muy elástico y que sin duda nos serán muy útiles. Ahí tienen unas fotos de estas flechas y una comparación con otras que tenía a la mano:
Las puntas detachables de Javi aún no las monté porque aún no he afinado la configuración, pero para las próximas salidas en busca de petos sin duda nos acompañarán.
Para que vean cómo no hay que ser dogmáticos, mi compañero íƒÂngel, el más neumático-lover entre los neumáticos-lovers, parece que en estos días va a empezar a tirar a los petos con un leño de MemoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Veamos si le va igual de bien que con el sten 115.
En fin, esa fue la primera salida del año, esperemos que las que vengan sean igual de divertidas pero que haya más volumen de pescado.
Saludos
Alexis