Coincido contigo en que los mejores momentos que he vivido han sido de observacion mas que de pesca. Yo era novicio y volvia a nado de un spot muy conocido en la isla por sus barracudas. Mi inexperiencia me habia hecho perder una bonita barracuda en ese spot por culpa de la precipitacion. Asi que tras haber visto algunas bonitas piezas, vuelvo hacia la orilla a nado cuando de repente me veo envuelto en un enjambre de barracudas de buen tamaño. Debia de haber por lo menos 50 rondando en una espiral que desaparecia en las profundidades. Sus escamas plateadas apenas reflejaban la escasa luz durante ese atardecer en la vertiente caribeña de la isla. Esperé un rato, dejando que se confiaran, sin hacer ningun gesto brusco. Recupero lentamente el fusil de la boya y desde una profundidad de apenas 2 o 3 metros, disparo a un ejemplar de buen tamaño que me presentaba el flanco a un metro de la punta de mi fusil. En lugar de pensar en dejarla seca, pensé en disparar donde no se desgarrase porque no habia tenido casi experiencia con grandes peces y lo que mas me pasaba con los pequeños es que se desgarrasen si los tiraba mal. Fallo tonto, porque el tiron de la barracuda herida en el lomo fue brutal. Tanto que la linea se deshizo y perdi la flecha. Por aquel entonces estrenaba carrete sin monofilamento, es decir, el hilo del carrete directamente a la varilla. Cedio por el nudo que no era muy solido y me quedé alli en medio de tanta barracuda, flotando casi de noche aun lejos de la orilla. Ni corto ni pereceso, respiro rapidamente unas bocanadas y me sumerjo de nuevo a ver si por casualidad la veo por ahi o encuentro la flecha en el fondo de arena. El fondo esta muy profundo para mi, quizas 25 o 30 m. La segunda vez consigo bajar lo suficiente como para apercibirlo, quedandome a quizas 5 metros del mismo. De la flecha o de la barracuda, ni huella, pero al subir veo el magnifico espectaculo de un banco enorme de barracudas, a media agua, sus siluetas recortadas por la tenue luz del atardecer. No pesque nada, pero fue una imagen impresionante y al mismo tiempo, un poco acojonante porque no conocia bien a estos bichos aun y les tenia respeto.