Pues el medregal no es mucho más pequeño que un buceador...
Recuerdo hace muchos años, vi en superficie un pescadito nadando incómodamente y muy patoso... me acerqué a verlo y casi tocarlo...me abría la boca y se ponía a la defensiva
no medía más de un palmo, y al acercar más mi mano, enganchó sus dientes en mis guantes.
Entonces pude ver el motivo de su lentitud y mal nadar: tenía en el estómago otro pez, doblado para que cupiese, pero tan grande como él
. Lo dejé irse con su nadar cómico. No se qué pez era, puede que se pareciera a una merluza, pero por aquí no las hay.