Hacía tiempo que Chufi me había invitado a hacer una salidita en su zona y por fin llegó el día D.
Me levanté a una hora prohibida y a las 7:30 ya estábamos echando a la chufa por la rampa. Todo perfecto y sincronizado.
Fuimos primeramente a visitar unas piedras aisladas en la arena donde hicimos una o dos piezas en cada marca. Me quedé a cuadros con el tamaño de los sargos y de las corbas. En la foto no sé si se aprecia bien, pero eran XXL...
Cuando yo ya estaba revantaíco perdido, me dice el Chufi, venga ahora nos vamos pa’ la piedra. JAJAJA Y toma metritos pabajo…! Yo ya estaba más quemado que la moto de un hippy pero poco a poco fueron sucediéndose las capturas. Parecía que llevábamos pescando juntos toda la vida. Fue todo muy fluido y ameno, echándonos las oportunas risas de vez en cuando.
Para mí fue una disfrutada en toda regla compartir una jormada al lado de este crack de la costa levantina. Un día 10 que guardaré como oro en paño en el baúl de mis recuerdos.
Gracias Chufilón!!
PD. Habrá que volver, no me quiero quedar sin probar el pollo a la brasa de la morenita.