Hola colegas.
Despues de 20 días en dique seco, llegó la hora de volver a mojar el culo para ver si, despues de quitar la espina de erizo, el dedo gatillero estaba en forma. En vista del resultado, creo que funciona mejor que antes.
Sigo con mis problemas de horario, asi que esta vez tocó madrugar. De camino a la playa sintonizo en la radio musica electrónica al estilo Perez CR (me encantó el video) y llego a destino como una moto, inmunizado contra el frio mañanero. Esto tengo que repetirlo más veces, aunque no se si yendo acompañado me dejarán.
Ya en el agua veo que el mar esta cagado (sobre medio metro de ola), pero la visibilidad no es mucha, y la temperatura es de 14 grados.
Aprovechando el sol del alba me propongo un recorrido en el que este se mantenga a mi espalda; y como la marea empieza a bajar escojo una linea de bajos separada unos metros de costa.
Empieza la faena y no se ve demasiado pescado. Quizas el mar esta demasiado calmado, o quizas todavía no hay alga que lo retenga en la bajamar... No se, pero los pocos sarguillos que se ven salen escopetados. Me mosqueo y me pregunto si será el camuflaje que canta mucho... o si las aletas transparentes hacen algún reflejo que los asuste. El caso es que están imposibles.
Se me acabó el recorrido y ya no se que hacer. Por costa no puedo volver porque está plagado de cañistas, así que media vuelta y a seguir disfrutando del paisaje, aunque sea con el sol de frente.
Casi al final del retorno hago una espera y de aguas superficiales me baja una lubina kilera. Esperando a tenerla a tiro veo que detras vienen tres mas gordas. El subidón es tremendo, tras tres horas de esfuerzos llega la recompensa.
A la primera que se pone a tiro le aplico la "máquina de coser" (Cressi 100 karayonizado con Tovarich), y tiro para la superficie con la chulería del que sabe que el robalo no se va ni de coña.
Toda chulería se paga, y en mi caso la pague con una herida en el sufrido dedo gatillero
. Por el efecto del agua sucia pensé que había clavado una lubi de 2 kilos, pero cuando en un tirón el sedal quemó el guante de neopreno y también la piel del dedo, me dije: va a ser un poco mayor...
Al final dió 4,800 despues de haberle quitado, de camino a la playa, un mujel de 800 gramos tirando de la cola que tenía en su boca.
En el último año he intentado, por efecto de videos y revistas, racionalizar mi pesca. Salidas como la del sábado dan respuesta a algunas de mis cuestiones, como que creo que este fusil va muy bien para la espera de piezas grandes. Pero me surgen otras como: íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿que carajo hacía un robalo con el estómago lleno patrullando en marea baja??
Será que he estado tantos años confiando mi pesca a la suerte que esta no quiere abandonarme.
Salud y mucha "suerte" a todos.