César, además de mi amigo, es un fenómeno y el "Muelas" (Santiago Cid) un crack. Por eso mismo tiene tantísimo valor que el segundo día César ganara la manga y, sobre todo, al ritmo de pesca que lo hizo (no llegaba a 7 segundos de recuperación en superficie y pescando entre 8 y 12 metros).
Eso sí, a Cesarín le pasa como a aquel torito joven que iba por la dehesa con su padre y, a lo lejos vieron pastando un montón de vacas. El torito joven le dijo al viejo: "Papá, por qué no bajamos la loma corriendo y nos follamos a algunas vacas". Y el toro padre, muy serio y circunspecto, le respondió: "No hijo, vamos a bajar caminando y despacito y nos las vamos a follar de una en una y a todas".
P.D.: Todo llega, Cesarín, todo llega. Hasta los hijos, si te descuidas. Si no, mira el ejemplo del "Muelas", que ya tiene cuatro y es un señor padrazo.