Resurrección del T20. Ahora el íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Silver BulletíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â
Hace tiempo que no posteaba mis pescas por no haber pasado ninguna aventura memorable, pero la pasada y antepasada si tuvieron situaciones que resaltar. La más notable o importante para mi es la resurrección de mi fiel T20, ahora rebautizado íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“
Silver BulletíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ o bala de plata, haciendo honor al Llanero solitario y al nuevo color que cubre su alma indómita de depredador submarino. Si Dapirán pinta sus juguetes de dorado, por qué no puedo yo pintar los míos de plateado?
Como algunos saben, debido probablemente a las condiciones exasperadas a las que lo sometía (gomas de 21 mm x 26 cm. con varilla de 7 mm en un tubo de 110 cm.), el tubo de carbono se partió (agrietó) a la altura del pasador que lo une al cabezal y el fusil se inundó
.
Entonces, corté la parte agrietada (un cm. más abajo de la rotura) y procedí a armarlo todo de nuevo, poniéndole la empuñadura anatómica que vende Omer para esos fusiles. íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒÂ¢í¢â€šÂ¬í…“ Lo siento, no tomé fotos del proceso, porque lo hice sin mucha fe de buen resultado y además lo hacía en las noches, en los pocos ratos libres que me quedaban-. Sin mucha ciencia, pero siendo bien preciso con el lugar donde abría el nuevo orificio para el pasador, me quedó bastante bien. Lo vi y quedé satisfecho con el resultado, pero le faltaba un íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“toqueíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ personalíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.. Entonces decidí forrarlo todo con cinta plateada de esa que en España llaman íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Cinta AmericanaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ (en los USA íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Duct tapeíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â). Históricamente pongo a mis fusiles un trozo de papel plateado para que el reflejo despierte la curiosidad de los peces. Pues ahora TODO el fusil es plateado, aunque no tan brillante. Habría que esperar los resultadosíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Las fotos que publico a continuación corresponden a tres salidas:
1.
Guánica con Fafa: Hace tres semanas, aprovechando una verbena en el Club Náutico de Ponce, dejé a mi familia (Suegra incluida) en el Club y me fui de pesca con Fafa
. En esa oportunidad me llevé al Silver Bullet, pero quería probar un Riffe C3 que estoy negociando (cuando sea mío lo presentaré oficialmente a la sociedad
). Total que estuve pescando con el Riffe (que me impresionó gratamente
) y pude capturar dos sierritas y este lindo pargo. Posando, Alessandro, como siempre y mi suegra, Betty.
2.
Los Platos con Fafa: Este Martes pasado, aproveché que tengo varios (muchos
) días de vacaciones que no he usado y me fui con Fafa y íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“ManitoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ a unos bajos que están al sur de Ponce, en pleno Caribe, llamados íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Los PlatosíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â. Es un sitio que me encanta porque puede aparecer íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“lo que seaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ y allí pesqué mi sierra record y el guasinuco de 20 Kg.
; una meseta con su parte más baja a 15 metros de profundidad, el veril a 20-30 mts. y cae luego a 200-300 metros. Al salir del puerto, comienza a soplar una brisita fastidiosa que no permitía navegar con velocidad, además, era un viento del sur, poco común por estos lados
. Llegamos al bajo y escogemos un punto cerca del íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“DropíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ para anclarnos. Como no tengo unas piedras precisas en ese bajo, nos separamos y comienzo a nadar para explorar. El viento sopla muy fuerte, pero no hay mucha corriente. Hago algunas planadas a media agua a ver si veo movimiento pero hasta ahora no veo nadaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Sigo nadando y encuentro un canalón de arena en medio del fondo coralino, por lo que decido bajar y hacer una esperita a ver qué entra. Me ventilo bien y bajo (son 18 metros), al posarme en el fondo, veo un lindo pargo gallo (Capitán) y cuando estoy por apretar el gatillo (del Riffe) me entra un pargo aguadera más grandecito. Entonces comienza a sonar en mi cabeza la canción de Rubén Blades íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“DecisionesíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ÂíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Decido tirar el pargo, ya que el capitán es un pez bobo y es muy probable que se quede por la zona, pero esas fracciones de segundo hacen que el pargo se gire y comience a nadar alejándose. Disparo de atrás hacia delante (no es de mis favoritos, el pez moviéndose de lado a lado mientras nada me hace fallar muchos tiros así
). El tiro es bajo (barriguero), el pez arranca estrujándose contra los corales y se arranca la varilla.
CARAJO!
Subo a respirar y como por arte de magia, aparecen 2 tiburones de arrecife. Estoy solo en ese momento y no me siento cómodo pescando con dos tiburones hambrientos por ahí. Llamo a Fafa y a Manito para que vengan. En el entretiempo, llegan una picúa, un medregal, un banco de jureles, todo en cuestión de dos minutos o algo así. El hecho es que termino de cargar las tres gomas del Riffe y bajo a buscar el capitán, que por supuesto ya no estaba
. Queda demostrado que no importa cuántos años tengas en esto, todavía es posible cagarlaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
(por eso es que nos gusta tanto este deporte, no?). Pero veo una Sama (Cebadal) enorme nadando por el canal de arenaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Es increíble como toda la vida marina se despierta cuando se activa la cadena alimenticia; ese pargo desgarrado hizo aparecer peces de donde no los habíaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Seguimos insistiendo en ese punto, pero ya no se veía movimiento así que decido subir al bote y cambiar de sitio. La teoría dice que el pescado se agrupa siempre en la cara de los bajos donde le pega la corriente; pues vamos a seguir la teoría a ver qué pasaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Anclamos en el punto a barlovento para probar y tiramos unas cuantas sardinas a ver qué pasaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. De inmediato aparece una picuíta que mato para llevársela a mis hijos (que les encanta!). En lo que estoy recogiéndola, me sube una sama bellísima a media agua a curiosearíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Cargo el fusil con la picúa todavía en la varilla, le saco las tripas ahí mismo y esperoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. La Sama vuelve a aparecer, pero esta vez no está tan confiada, en lo que le hago una caída se voltea y comienza a alejarse hacia el fondoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. (Dichosos tiros de colaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.!!!
). Me dejo caer a íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“foglia mortaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ y la sama se frena. Está casi a tiro, pero tengo un riffe de tres gomas y hay que probarloíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ SSSCCHAAACK! Tiro de cola, pero no es malo. La sama es grande y se revuelve y yo, sin darme cuenta, me había dejado caer hasta los 22 metros que a estas alturas de mi vida, están muy cerca de mi cota máximaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Suelto todo y pá rriba como un cohete. Recuperando al pez desde arriba veo como tres tiburones lo siguen hasta que ya lo tengo bastante cerca para luego asustarse y bajar hacia el fondo. En este momento hay un corrientón del carajo y hay que nadar un buen trecho hacia el bote. Manito me había estado observando y le doy una mirada para indicarle que me siga. En ese momento veo 4 tiburones, de los cuales uno grandazoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
(Luego Manito me diría que eran 5
). Llegamos al bote después de una pela aleteando y dejo los pescados para tomarme un Gatorade
y echarnos de nuevo al agua. Esta vez tiro muchas sardinas a ver si un tiburón de esos se equivoca y lo convertimos en nuggets
. En una de esas, llega una sierra bellísima (de unos 10 Kg.) y Fafa le baja, cuando la tiene casi a tiro, veo que dispara y la falla por poco (luego me diría que no le quedaba más aire e intentó un disparo a ver si la pinchaba). Por supuesto, adiós sierraíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Pero llegan los tiburonesíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Les hago una caída, pero esos cabrones saben latín. Se acercan lo justo para comer gratis y si ven que hay peligro, se dan la vuelta sacudiéndose para perderse en el azulíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Sin embargo uno de los medianos está en mi vertical y no me ha sentidoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Me dejo caer y diría que lo tengo a tiro (tengo un Riffe de 3 gomas), pero quiero asegurarloíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ cuando estoy a un metro de apretar el gatillo, me siente y da un coletazo para perderse hacia lo profundo. LástimaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
La pesca sigue buena; hemos capturado varios ballestas (Peje puerco) y hay movimiento, los tiburones nos acompañan manteniendo su distancia de seguridad y la corriente nos tiene con la lengua afueraíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Sigo insistiendo con los tiburones (a los que no les gustan los nuggets
) y en una de mis caídas, veo un pez de buen tamaño nadando pegado al fondo, le hago una caída y me lo cepillo. Un pargo blanco o íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“White MargateíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â.
Al borde de la fatiga, cuando ya habíamos acordado irnos, veo un lindo pargo aguadera en el fondo y le hago una caída, como era de esperarse se voltea y me vuelve a dar la cola (hasta cuándo?
). A este lo dejo como pincho moruno; le entra por la mitad y le sale por el cachete.
Las fotos:
Por cierto, el sombrerito nuevo es regalo de la suegraíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
3.
Bajo Cico con Jorge y Deivy: Hace tiempo que no trinco un peto o pelágico con íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“PíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ mayúscula, así que una llamada de Jorge invitándome a Bajo Cico (un bajo en medio del mar en la mitad del camino hacia República Dominicana, en el Canal de la Mona) puso en mi cara una sonrisa que no me cabía
. Ese es un sitio muy extremo con fuertes corrientes y vientos que no permite anclar el bote; siempre debe haber alguien haciendo de barquero y dos en el agua (Puedes encontrar DE TODO!
). Roberto estaba ocupado haciendo un charter y Mike no podía ir. Así que a los dos viejos que íbamos habría que sumar otro compañero, para completar el trío mínimo indispensable. Llamé a Goldo, pero no podía, por lo que le dijo a su hermano íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“DeivyíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â, que nos acompañó saltando en una pata de alegría
.
Para la ocasión me llevé dos armas: el Rob Allen Tuna 130 doble goma, que sería el titular y el Silver bullet, que aún no había probado sangre desde su resurrección.
Nos tiramos al agua Deivy y yo, mientras Jorge nos hace de barquero. No hay mucho movimiento, hay corriente (como siempre) y mucho viento. Comenzamos a engodar y vemos como en el fondo un Cubera (Guasinuco) de unos 30-40 Kg. Se come todo lo que las pirañitas negras dejan caer
. El fondo tendrá unos 40 metros y se ve claro desde la superficieíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Esta es una pesca aburrida cuando no llega nada; te dejas ir con la corriente y te subes al bote para remontarla y asííƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Después de unas 5 derivadas en la misma zona, decidimos cambiar de punto.
En el segundo punto hay más movimiento; nada más caer al agua y tres jureles negros se acercan a ver el fusil de Deivy que estaba a media agua sostenido por su boya. Les hago una caída y me cepillo al más cercano. Estos animales son tan fuertes que en la arrancada me dobló la varilla del Rob Allen y casi se sacó la aletilla
. Deivy le bajó y lo remató justo cuando estaba por zafarse. Entonces, mientras enderezaba mi varilla, la corriente nos sacó del sitioíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Otra remontada, seguimos engodando esperando la aparición de su majestad el peto, pero nada de nadaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Llega una picúa y la dejo seca. Esa la usaremos para engodar a ver si con pescado fresco llega algo mejoríƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Pero nadaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Solo el Guasinucote comiéndose las sobras en el fondoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Entonces en una de las remontadas, decido jugármela; voy a intentar hacerle una caída al pargo a ver si por una de esas casualidades de la vida decide subir a ver qué soyíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Corto la picúa en cantos y me ventilo bien para hacer
LA BAJADA. Cuando ya los pedazos de carnada están a unos 20 metros de profundidad, hago mi picada y me dejo caeríƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Cuando estoy sobre los 25 metros el pargo me mira desde los 30, pero no tiene la más mínima intención de cooperaríƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Yo ya no puedo más y una cojinúa que pasaba distraída por ahí se lleva la peor parteíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Al subir el pescado al bote, Jorge nos dice para irnos porque ya una ola se le metió al boteíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
De regreso, paramos en un arrecife en el que el otro día yo había visto unas sierritas y un pargo bueno. La visibilidad aquí no es muy buena, por lo que será la oportunidad del íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“
Silver BulletíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â
. El agua está turbia en la superficie, pero en el fondo está más que pescable. Aquí si anclamos y Jorge también nos acompaña.
Al cabo de un rato oigo un disparo y es Deivy que se hace con un lindo pargo
. Yo los he visto, pero están lejos y no se acercan. También me llegó una picuota enorme mientras respiraba en la superficie, pero seguramente esté ciguata y aquí no se puede engodar, por lo que le perdono la vida.
Bajada tras bajada y no veo nada íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“disparableíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â, hasta que al fin veo una silueta aparecerse en el turbio; es un jurel (de los que le gustan a mi esposita empanados
). Me pasa nadando por el frente sin inmutarse y ya se está alejandoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ (otra vez tiro de colaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
). Le hago íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“cro-croíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ y parece interesado, frena un poco, pero después sigue. Entonces decido jugármela; lo persigo! Doy un par de aletazos vigorosos y lo tengo al límite del tiro. Mi T20 nunca me ha dejado mal! Disparo y acierto! Tiro en la cola, pero bueno; no parte la columna pero coge un buen trozo de carne. Este no se desgarraíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Al llegar (como siempre), Alessandro quiso posar con mis capturas y mis armas
. Las fotos:
Y aquí el glorioso íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Silver BulletíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â; un Omer T20 Millenium de 104,67 cm.íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Como nota íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“curiosaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ quiero postear unas fotos de unos Sábalos tomadas en el Club Náutico de Ponce. Para que se vea la clase de íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“pelágicosíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ que soníƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Parecen lisasíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦