El siempre dijo que tuvo el sincope porque habia comido poco ese dia
Esa fue la ultima pesca que hice con el y eso que era mi compañero desde hacia 10 años,pero tenia panico a tener que pasar por lo mismo otra vez ya que se veia venir que podria repetirse....Pues el siguio pescando,incluso me llamo un dia para contarme que habia pescado un abade a 41 m .Y el resto ya lo sabeis,murio 2 años despues de un sincope pescando .La novia le hacia de barquera(fondeada)ese dia y paso toda la noche en el barco sola porque no podia arrancar el motor para ir a pedir auxilio....
A mi toda esta historia me marco mucho,mas algun sustillo que me lleve de pibe y no suelo pasar los 23- 24m y casi siempre pesco entre 1 y 17m
DESGARRADOR.
Si alguno no aprende de esta historia es que está cogiendo papeletas y números para MATARSE. Joder, tengo que decirlo aunque suene duro.
A mi me sacó Bustelo de una muerte segura por hacer el bobo. Y tengo 40 años, señores. Pescábamos a 18-20 m. Veranito, agua calentita, visibilidad de puta madre. Vamos, condiciones ideales. Peeero, mal cálculo de MIS posibilidades. Bustelo tiene MíƒÂS experiencia que yo, sale MUCHOS más días a la mar que yo y, sobre todo, tiene 14 años MENOS que yo. Quise pescar a su altura con un físico que no era el más adecuado, con exceso de lastre y con muchas horas de sueño acumulado (había nacido mi "peque" hacía semana y media y requería atención nocturna). Llegando arriba, despacito, sin apurarme e incluso dando sensación de estar sobrado (Bustelo llegó a pensar que le estaba gastando una broma), saqué la cabeza fuera del agua, me puse el tubo y miré al horizonte. Lo empecé a ver todo de un color azul marino precioso. Y lo siguiente que recuerdo fue a Bustelo dándome cachetadas en la cara. Ahí se acabó mi salida de pesca y, aunque todo se quedó en un sustito de nada, me hizo reflexionar muchísimo sobre la LEVEDAD de mi persona en mitad de tanta agua (vamos, que somos una mierdecilla en mitad del océano).
Sólo hice una cosa bien ese día. Y fue pescar bien acompañado y bajando una vez uno y otra el otro. Aunque bien pensado, lo mejor hubiera sido que bajara él dos o tres veces y yo sólo una. Eso y que me hubiera dejado mi orgullo en el coche, junto con mis cosas.
HUMILDAD, HOSTIAS. Que en tierra nos esperan mejores cosas que en el mar: hijos, mujer, familia, amigos.