Quería compartir con vosotros un sueño que tengo desde hace años, un mero grande al acecho, aquí en Murcia los meros grandes son difíciles de pescar en 3 años de pesca profunda, no he pillado ninguno (el más grande 5kg), eso sí a la piedra no he pescado ni un día.
Estas últimas semanas con la falta de denton gordo, me he centrado más en intentar buscar mero gordo, hace dos días perdí uno majo por rotura de espoleta a profundidades insanas, por lo que anímicamente estaba un poco tocado. Mi compañero Paco y yo teníamos vistos dos meros en el cabo, uno de ellos era más conocido que la charita, estaban todos los díos detrás de él desde hace un mes, pero con la protección que le daba el cabo con piedras inpescables le hacían estar sin tocar.
Ayer Paco y yo decidimos ir a buscar meros, sobre todo esos dos que teníamos vistos. El primer sitio de mero bajé yo, haciendo un acecho de esos de video, largo y mas que estudiado, fui por la parte baja de una ladera hasta los 22 mts que fue cuando decidí remontar la ladera para ver si estaba en unas piedras enormes cazando (su casa estaba en los 29) y tras ver unas corvas enormes, dentras de un pedrolo, ahí estaba, de morro, ni movió las aletas, no se enteró de que coño era yo, con el doble goma lo dejé seco tras romperle la espina, al final no llegué ni a traspasarlo entero, brutal.
Luego nos fuimos a por el mero de Paco, el lo tenía visto y me comentó que creía que tendría una oportunidad incluso en la piedra, por lo que fuimos con un doble goma para la primera bajada y un 90 con linterna para la segunda. En la primera bajada lo vio pero se metió en su piedra a 27 mts, segunda bajada con el 90 y sube soltando carrete. Me comentó que el piensa que el tiro era en la camota, que el mero era bueno y que no había podido aguantarlo, se le entanó hasta el fondo, para que os hagáis una idea para ver la varilla, había que meterse en la cueva cuesta arriba incluidas las aletas y yo con los brazos largos llegaba a pillar el talón de la varilla, lo malo, del mero no se veía ni una espina. Despues de doblar hasta la varilla tirando, el mero no salía, con lo que para no cortar, atamos la línea de la varilla a un cabo y este a una piedra. Esta mañana fuimos con la esperanza de verlo fuera de la cueva como un perritoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦..Bingo primera bajada de Paco y el mero ya desprendido de la varilla, en el cabo, estaba atadito en la puerta de la cueva. En 1,20 estaba subiendo haciéndome aspavientos con los brazos de alegría.
Al final dos tíos y cada uno con su sueño, 9,3 y 8,9 kg. Una maravilla!