Pero bueno, si no das lecciones tu que eres profesor, en manos de quién nos encomendamos??? :lol:
En las manos de íƒÂngel, que también es profesor y fue quien patentó las caidas a los petos por aquí.
Ahora en serio, no tengo mucho que añadir a lo que señala sabiamente Marco, dada mi escasa experiencia en la pesca de petos. Qué peazo de pescata la de la foto, Marco! íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿Eso fue en Puerto Rico o en Venezuela?
Bueno, como biólogo puedo decir las siguientes generalidades: después de varias especies de atunes, los petos son los escómbridos más grandes, llegando a los 80 kilos! Son pelágicos y realizan migraciones (de menor magnitud en comparación con los atunes) aunque tienen algunos lugares costeros donde se cree que viven siempre poblaciones de esta especie, usualmente sobre picos de pirdra o bajos, no necesariamente muy hondos (p.ej. 25 metros). En realidad, migran de un sistema de bajos a otro más o menos cercano a lo largo de corredores costeros, dependiendo de la abundancia de carnada y de la presencia de seres molestos (como nosotros), entre otras cosas.
En Venezuela se han descubierto varios de esos lugares y corredores privilegiados y creo que en Panamá y otros lugares también. Lo que pasa es que estos petos, como señala Marco, son cada vez más desconfiados debido a que son visitados con frecuencia por cazadores submarinos, no obstante tienen sus días en que andan más permisivos. Tal vez en esos días es cuando están, precisamente, desovando porque las gónadas (huevas) de las hembras que hemos visto están en el máximo estado de madurez. Así que si seguimos pescándolos en esas días (no tanto nosotros los buzos, sino quienes los sacan al curricán con cavalla viva y otras artes que los pescan en mucha mayor abundancia) tal vez nos dure poco la fiesta de los petos. Hace años casi nadie pescaba con arpón estos peces. Si Sitrico ya los vio por esa punta es probable que vuelva a verlos. En nuestro caso, lo normal es que no le dediquemos una faena de pesca sólo a los petos, sino que nos llegan a veces cuando estamos revisando unas piedras en particular. Por eso mismo, hasta ahora no hemos usado flashers ni otro tipo de atractores, una vez los engadamos con loros o viejas (Sparisoma sp.) que pescamos en el momento, pero a la final lo que hicimos fue pescar los meros que estaban en el fondo viendo la fiesta que se armaba en el fondo. Sardina, cojinúas y cualquier otro pez oloroso debe ir mejor.
Para hacerles una caída lo primero que hay que hacer obviamente es verlos. Hay que buscarlos en la superficie o muy bajo, porque por ahí es por donde siempre se aparecen. Es preferible no luchar con la corriente, sino dejarse llevar. Si se ven y están ariscos hay que intentar nadar hasta cruzarse en su trayectoria y bajarles al frente, con un golpe de riñón perfecto y con un fusil de largo alcance para intentar un tiro a una parte noble usualmente desde lejos. Lo mejor es bajar hasta sólo unos 7 metros y hacerles una espera a media agua dándole la espalda, y esperar un buen rato sin verlos hasta que uno se despegue del grupo a curiosear. En esto seguir los consejos de Marco, que están geniales.
Ahora bien, creo que no es muy recomendable tirarles sin barca (aunque sé que si ando de infantería y se me pone uno al lado no lo voy a dudar , así pierda la varilla)... Pero pasa lo siguiente, es muy difícil apagar en el acto a un peto. Ya ví uno con un tiro en la columna que temblaba como electrocutado que aún así consiguió saltar fuera del agua y se sacarse la flecha. Después de arponeados estos animales corren mucho y de hecho hay que dejarlos correr para que no se desgarren o quiebren el nylon (inclusive uno de 2 mm). Corren buscando suficiente profundidad para poder poner vertical la línea y poder empezar a tirar con fuerza entonces hacia abajo para intentar zafarse de la flecha. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿Qué pasa entonces si el condenado se lleva la bolla hasta la p que lo p... en contra de la corriente? Puede pasar que nos quedaremos sin piernas para llegar hasta la boya, y él va a seguir corriendo hasta conseguir la suficiente profundidad y poner la línea vertical y empezar a tirar hacia abajo hasta desgarrarse o agotarse si está bien pegado. Inclusive, puede pasar esto último, que le peto se agote, pero a unos buenos cientos de metros lejos y nos metemos en una situación comprometida sin barca... Y es casi lo mismo (tal vez un poco peor) con carrete... A un amigo le paso eso pero con un atún 8-O Por eso es que, con boya, es recomendable darles 30 a 50 metros de linea... (Marcelo Cornejo, al contrario recomienda sólo 10 metros)... Cuando Angel y yo los pescamos, el que pega uno nada inmediatamente a la barca mientras el otro persigue a la boya para un segundo disparo... Al final los dos nadamos con corriente unos buenos 20 minutos o más a toda máquina y quedamos exhaustos y no sé con cuánta adrenalina en la sangre... Hubo uno que pegué y que se llevó la boya hasta casi el horizonte, hundiéndola por el camino, y afortunadamente una lancha que pescaba al currican le dio la cola a Angel porque se le hacia imposible a él llegar hasta la boya y a mí se me hacia imposible llegar a nuestro bote con la corriente que había... Un lanchero resuelve mucho, claro. Es casi obligatorio.
Si se falla uno es muy probable que no se vean por un buen rato o no se vean más en el día, tanto con neumáticos como con fusiles de bandas elásticas (yo intentaba al principio con un 115 de ligas). Ahora bien, en los días "buenos", uno pega uno y los demás no se van. En esos días se pueden hacer varios tiros (con final feliz o no) y los petos no se van. En esos mismos días hay un montón de lanchas "troleándolos" (curricán) también. No se van inclusive con nuestros ruidosos Stens, pero supongo que un fusil más silencioso en principio debe espantarlos menos. Si alguna vez llego a tener un fusil Abellán creo que estará destinado a esa pesca...
Pero bueno, esa es mi limitada experiencia. Marco se la ha "currado" con el dato de las tiras de papel brillante de bolsas de papas fritas y cuando vuelva al sitio petero la voy a probar. El engode con sardina debe funcionar y también lo probaremos. Realmente pocos pescadores hay tan perezosos para el brico como Angel y yo.
Saludos, amigos
Alexis