Ayer nos tiramos al agua Carmelo, Fafa, Rodolfo "El Asesino", que está de visita en La Isla y yo. El mar estaba buenísimo y decidimos tocar varios puntos conocidos.
Primero fuimos a un area donde habíamos visto anteriormente muchos parguitos medianos y sierras.
Rodolfo sacó un buen pescado en cada sitio donde nos tiramos; el tipo es impresionante. Luego de casi un año sin pescar mantiene el mismo "Killer instinct" y no está tan mal de condiciones como creíamos.
Todas sus capturas fueron hechas con un Omer 110 HF que estaba estrenando.
Sus fotos:
Yo tuve la suerte de poder disparar una buena picúa (le calculo unos 12-14 Kg) y una sierrita.
Las fotos:
Después non movemos al sitio donde habíamos visto el pargo grande el miércoles y había movimiento; mucho parguito pequeño y se oía el "BOOOM" de los guasinucos grandes.
Sin embargo, el agua estaba bastante turbia en la superficie y había que hacer muchas bajadas a ciegas para caer en las piedras buenas. En una de esas, veo nadando a media agua un jurel amarillo, especie que le encanta a mi mujer, porque su carne "no sabe a pescado". En realidad el color es rojo intenso (parece carne de res) y a ella le encanta preparado en "milanesa", empanizado.
Voviendo al tema, el jurel nada lejos y disparo apuntando al centro del cuerpo para no fallar. Le doy! El jurel se pierde en el agua turbia y pelea un poco más de lo debido. Lo estoy recuperando y cuando ya tengo el monofilamento en mis manos, veo una figura enorme materializarse en el turbio a 2 metros de mis aletas. La cabeza redonda es inconfundible; se trata de un toro de más de 2 metros, casi 3. Intento enfrentarlo con el fusil descargado (como hago habitualmente con los tiburones grises), pero el tiburón solo se gira para volver hacia mi. Carmelo está a mi lado y le grito:
"Hay un tiburón grandoteeee!!! Tíraleeee cabróooonnn!!!" Pero su fusil estaba descargado; acababa de desgarrar una sierra. Pienso en fracciones de segundo (con el tiburón nervioso y agresivo, mantenido a raya por mi fusil descargado enfrentándolo, pero sin retirarse) y decido soltar el hilo del jurel. En un momento, siento un tirón y luego la falta de peso; se fué el jurel, se fué el tiburón y se fué mi flamante varilla Riffe nueva de 75 US$...
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Llamo a todo el mundo a subirse al bote y cambiamos de zona.
La verdad es que después que me subí al bote fue que en realidad me cagué. Mientras estuve en el agua, la adrenalina me mantuvo lúcido en todo momento, pero al pasar todo, estuve unos 20 minutos pensando....
Luego la pesca siguió y el día terminó sin contratiempos, pero el recuerdo queda...