Hola gente, el otro día salí con el maestro Tronchu a pescar, ahí va el relato:
Para variar con el maestro, no quedamos muy temprano, a eso de las 10 estábamos bajándonos de los coches para preparar el barco... el destino era Candelaria, que como algunos sabrán, es un vergel submarino como pocos se encuentran en el mundo.
Al comentar en voz alta nuestro destino, un pescador profesional de la dársena, habiendo oido hablar de nosotros y de nuestras pescas, sobre todo de tron, nos invitó a llevarnos en su barco, un siete metros con un fueraborda de 150 caballos, limpio, impecable, oloroso.... creo que lo estábamos estrenando.
en un periquete llegamos a la zona, no se si ya saben cómo es, pero la vuelvo a describir:
nada más entrar al agua una gran y rosada manta de salmonetes se levanta y sube a ver qué eres, mientras los medregales y pejerreyes te rodean en una nube amenazante... más al fondo, los cardúmenes de abades juguetean, mientras decenas de meros atacan a los numerosos pulpos que se encuentran asomados a sus guaridas... no hablo de los sargos gigantes, ni de las grandes morenas, pues no quiero extenderme...
la primera pieza fue un abade de 5.5 kg, a poco fondo, aunque con bastante corriente, tron había permanecido en el barco, y gracias a él, y a que estaba mirando mi primera bajada, lo pude atrapar, pues el tiro no fue muy bueno, pero al salir a superficie ya me había preparado el 90, cargado y todo, por lo que subió al barco el peje... decir que en esta maniobra, y después de haber sacado la foto, la batería de la cámara se murió, por lo que sólo hay una foto de esta captura, y es una pena, pues después cayeron otros cuatro abades,de no menos de 3 kg cada uno, y el maestro me deleitó con la captura de un medregal de unos 45 kg, unas sierras y cuatro pejerreyes.
al terminar, el patrón de la embarcación nos comunicó que había llamado a la cofrradía de pescadores de la zona, y que al enterarse de que nosotros estábamos allí, habían organizado un pequeño banquete en nuestro honor, donde pudimos disfrutar de la más variada gama de mariscos de la zona, pescados y postres , regados con los famosos caldos de Tenerife.
al terminar, quisieron obsequiarnos con la más bellas muchachas del lugar, a lo que renunciamos, pues al día siguiente había que trabajar, y ya sabíamos por experiencia que si aceptábamos estaríamos allí al menos tres días, alojados, comidos y fo... rrados de pescado.
así que declinamos la última invitación, y pedimos ser llevados de nuevo a la ciudad. Esto ocurrió con una pequeña procesión marítima, con pequeños fuegos artificiales y con grandes vítores tanto para Tron como para mi.
pena que sólo esté la foto del primer abade, pero volveremos con las baterías cargadas.
un saludo.