La flota del pez espada afronta íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«la peor crisis de su historiaíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚»
El precio en lonja ronda los 3,5 euros, el litro de gasoil cuesta 0,50 y el producto alcanza hasta 20 euros en el mercado
Los armadores se plantean amarrar después de Navidades e ir a regulaciones de empleo si continúa la crisis
Ha habido otras crisis antes. Pero ninguna tan larga ni profunda como la de ahora, que se ve agravada porque la baja cotización que sus productos alcanzan en lonja confluye con un precio del combustible en máximos históricos, lo que está estrangulando a las empresas pesqueras. La situación es tal, que la flota de palangre de superficie -82 barcos con base en Galicia que capturan pez espada y especies afines- ya ha empezado a lanzar mensajes de socorro. Primero fueron Anapa y Arpoan -entidades que agrupan a los palangreros de la provincia de Pontevedra- las asociaciones que alertaron del desfase entre un combustible que ha subido un 160% en los últimos cuatro años y un pez espada que ha caído en lonja un 35% desde hace 24 meses, una evolución tan dispar que íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«está ahogando la economía de numerosas familias gallegasíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚», puesto que la mayoría de estas empresas son pequeñas y familiares y hasta el armador suele estar enrolado en el barco.
Ayer salió un nuevo mensaje de socorro. Fue el de la Asociación de Espaderos Guardeses, que demanda a las Administraciones íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«apoyo urgenteíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚» para una flota que agoniza. Tanto, que Conchi Ortega, gerente de la entidad, afirma que se está en el momento final de la flota. Por lo de pronto, los empresarios de su agrupación ya manejan la posibilidad de amarrar: íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«Con estos costes de explotación y este nivel de ingresos por ventas en lonja, la flota asociada no podrá salir al mar una vez regrese en NavidadesíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚», explican desde la asociación guardesa. Es más, algunas unidades incluso podrían solicitar la paralización definitiva del buque y hacer regulaciones de empleo por cierre.
Los efectos de un dólar bajo
Poco margen puede quedar cuando el litro de gasoil se paga por encima de los 0,50 euros el litro y por el kilo de pez espada apenas se obtienen en lonja 3,5 euros. Y menos cuando, encima, muchas de las especies acompañantes -como la quenlla, el marrajo, la cochinilla o el atún- han caído íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«por debajo del euroíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚». No para ahí el desastre: hasta la venta de aletas de tiburón -con parte importante en los beneficios de explotación- ha visto reducido su peso, íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«porque cotiza en dólares y esa divisa ha bajadoíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚». Así, si a principios de octubre se ingresaban 11 y 12 euros, hoy, al cambio, son 8 o 9íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚», señala Conchi Ortega.? A la hora de analizar las causas de los bajos precios, las distintas asociaciones de palangreros no dudan en señalar directamente a las importaciones, que, según deducen de las estadísticas de Economía y de la organización regional que regula su captura -la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT)-, se han incrementado un 60% entre el 2004 y el 2006, con lo que se da una situación de sobreoferta en el mercado que en nada beneficia a la flota gallega. Y lo peor es que no todo ese pescado foráneo hace competencia legítima al gallego. Ortega sostiene que están llegando partidas de la pesca pirata, pues no coinciden los datos de Aduanas con los que maneja Pesca a través del documento estadístico que debe acompañar al producto que entra legalmente en España.
Pero el exceso de oferta no solo viene de fuera. Los espaderos guardeses señalan que esta situación es fruto de la política de dos por uno que durante años se permitió en las construcciones de barcos para el íƒÆ’í†â€™íƒâ€ší‚Ândico y el Pacífico, y de la excesiva demora en cerrar el censo de buques autorizados para esta pesquería.
Por eso la Administración tiene casi una íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«deuda moral con esta flotaíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚», para la que, según Ortega, no se piden ayudas directas, sino control de las importaciones, campañas de promoción, prohibición de los transbordos en alta mar, medidas contra la pesca pirata y, sobre todo, un doble etiquetado, que debería estar ya en el observatorio de precios. Ese documento permitiría al consumidor comprobar que no hay correlación entre el coste en origen y el del destino. Y es que, según la gerente de los espaderos de A Guarda, en el mercado puede encontrarse pez espada o emperador a 20 euros, cuando lo único que se ha hecho tras adquirirlo a 3,5 euros es filetearlo y distribuirlo.?
