domingo, 16 de diciembre de 2007
Los precios de almejas y similares están mas bajos que el año pasado por culpa de bajada de compras y la importación de productos similares. Los mariscadores se quejan de que no obtienen los beneficios esperados y aumentan el ritmo de extracción.
El sector culpa a la importación de la caída de la almeja respecto al 2006. Los productores aseguran que los niveles de precios en las lonjas no se corresponden con la época navideña. Las cofradías piden que el etiquetado explique si el molusco ha sido recogido en Galicia o solo depurado
El sector de los bivalvos, que parecía recuperarse después de las riadas y de numerosos cierres por contaminación que han dificultado su actividad, no tiene la fortuna de cara y tampoco los euros hechos en caja le sonríen, tal y como esperaban sus productores en estas épocas próximas a la Navidad. De acuerdo con las últimas cotizaciones, las principales variedades de almeja alcanzan precios más bajos que el de estas mismas fechas del 2006. Y aunque la cantidad puesta en el mercado es más grande, aseguran que las cifras no se corresponden a un mes de diciembre.
íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚ÂíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚ÂAntonio Jiménez, responsable de la lonja de Arcade, reconocía esta semana que los precios no alcanzan las cifras del pasado año. Si la almeja fina llegaba hace doce meses los 35 euros kilo de media entre las lonjas consultadas, hoy no ha superado los 20 euros. El almejón, destaca Jiménez, que tiene el mercado concentrado en estas fiestas, en Arcade ha bajado un 34%, de 120 a 79 euros. Y en el caso de la almeja babosa, difícilmente está alcanzando los 17 euros por kilo.
A tal situación han llegado los precios que en Cambados aseguran que este año tienen que trabajar cuatro veces más para tener los mismos ingresos que el pasado año. A pesar que ello, las mariscadoras no se plantean dejar de recolectar moluscos, al menos para salvar la campaña de Navidad.
En Combarro, zona abierta al marisqueo esta misma semana tras el cierre de 14 meses por las riadas, y donde pueden llegar a faenar hasta 400 mariscadoras, ya saben que con lo que cojan allí no salvan la Navidad. Aseguran que algunas zonas no tiene simiente como esperaban.
El caso de los bancos naturales de Ribeira también es particular. Allí aseguran que la almeja babosa esta casi agotada, con lo que se tienen que dedicar a otras variedades aunque no sean igual de rentables. Y como de momento los precios se mantienen bajos, según las cofradías, incluso se plantean abrir zonas en las que queda alguna almeja babosa que cuando se abrió la zona al marisqueo no daba la talla para aprovechar la demanda de estas fechas.
Con buena calidad, cantidad abundante que oscila en función de las zonas, las mariscadoras creen saber el origen de esta bajada de precio. Por un lado está la crisis económica, que hace a los consumidores elegir productos más baratos, aunque sepan que es de inferior calidad.
íƒÆ’í†â€™íƒâ€¦¡nica en el mundo
Pero desde las cofradías achacan esta situación principalmente a las crecientes importaciones de moluscos, procedentes sobre todo de Túñez, e Italia y de otros países de la Unión Europea. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«Llevan a precio inferior porque son de menor calidad. Como la almeja de Galicia, que es de primera, es difícil encontrar otra en el mundoíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚», sostiene Manuel Maneiro, miembro de la Asociación Galega de Mariscadoras y mariscadores (Agamar). íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«Hay libre mercado, no estamos contra ello, por supuesto -explica Natalia Laiño, secretaria de la entidadíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚Â-, pero lo que no es aceptable es que un producto inferior lo hagan pasar por otro de mayor calidadíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚». Aunque no hay datos oficiales sobre las compras de estos bivalvos al exterior, lo que constatan desde las asociaciones es que en los últimos años están en aumento en muchos casos para ser depuradas en instalaciones gallegas.
Precisamente las mariscadoras creen que muchas veces los consumidores no saben lo que compran, si almeja recogida en Galicia u otras foráneas y sólo depuradas en la comunidad. Isabel Pérez, presidenta de las mariscadoras de Cambados sugiere que debería hacerse obligatorio un etiquetado más claro y completo para no confundir al comprador. Aunque a día de hoy es obligatorio poner una etiqueta en la que se señale de dónde procede el producto -zona NAFO 27 si es de Galicia-, la realidad es que el comprador en general sigue fiándose de que en algún lugar aparezca el término íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚«gallegoíƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€ší‚»
Desde Agamar aseguran que hay proyectos de las cofradías para etiquetar de forma más clara. Incluso se han planteado crear una marca propia, como una tarjeta de presentación que garantice unos estándares de calidad.
PescadeRías
También esperan que en marzo, cuando se ponga en marcha el proyecto de la Xunta del etiquetado PescadeRías, para identificar los productos autóctonos de bajura, de pesca y marisqueo, se pueda diferenciar más fácilmente la almeja gallega de la que sólo pasa el proceso de depuración en la comunidad.
la voz
