Semana Santa íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¹í…“08
Ya les tenía amenazados con el cuento de mi Semana Santa...
La verdad que en cuanto a pesca, salvo el último día, nada de excepcional (literalmente, llegué de pescar a las 10:30 p.m. para volar la mañana siguiente a Puerto Rico
).
Al llegar pasamos un par de días en Caracas y de ahí nos fuimos a La Guaira donde tengo mis puntos de pesca y mis compañeros de toda la vida. Mi hijo menor (Ale) me tenía loco con el bote y que lo quería manejar
; el motor anterior, un Yamaha del íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒÂ¢í¢â‚¬Å¾í‚¢89 que había pagado con pescado unas 1000 veces su valor, nos había abandonado para siempre
y entre Manuel y Stefano le compraron un Suzuky nuevecito de paquete. Nada más llegar y echarlo al agua para dar una vuelta de reconocimiento con Ale. íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Papi, corre durísimoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ me decía
.
La primera tarde salimos a pescar y me llevo la cámara (a pasear, porque me doy cuenta de que la visibilidad es casi nula y ni la meto en el agua
). Al entrar al agua con mi traje de 3 mm siento un choque térmico; el agua está a 22 C. Al bajar al fondo llega incluso a los 21C!!! Por primera vez en mi vida siento que necesito un traje de 5 mm!
Vamos a una zona de picúas y como no, entre Stefano y yo cogemos un ranchito de todo respeto: 3 por cabeza. Suficientes para dar de comer a la familia.
El agua, además de fría, está llena de agua-malas y turbia, muy turbia. Pero hay pescado.
La jornada más memorable de la Semana Santa fue con Manuel. Alessandro, mi hijo menor, nos acompañó de barquero y estaba flipando!
; casi al caer la noche vamos a un punto que no habíamos tocado y a la primera bajada Manuel me dice: íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“hay medregales!íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â. Jodiste alguno? Le pregunto. íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“no, pero hay que jodeíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â, me dice. Bajo entre las tinieblas y justo antes de llegar al fondo veo que hay unos 3-4 metros de visibilidad.... Me entra el cardumen y fulmino uno. Lo dejo en el fondo y subo soltando carrete. Manuel baja y mata otro (esa técnica funciona muy bien con esta especie. Permite hacer verdaderas matanzas si se quiere y se hacen bien las cosas). El episodio se repite dos veces más y decidimos dejarlos tranquilos. Ya garantizamos la parrillada para todos los amigos y queremos volver a encontrarlos en el futuro (lo que no sucedió más esa semana....
).
Las fotos:
Esa noche comimos y bebimos como cosacos, mientras anunciaban mar de fondo para los próximos días....
Amanece y me asomo a la ventana. El mar no se ve tan malo.... No tengo compañero de pesca, pero decido tirarme un rato igual. Cuando llego a la marina encuentro un marinero de un yate que conozco que acepta hacerme de barquero a cambio de un pescado. Voy al mejor punto que tengo (y más profundo, unos 25 íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒÂ¢í¢â€šÂ¬í…“ 27 metros) y tras seis bajadas sin ver ni una escama decido ir al sitio de picuas.
Tengo ya 3 picúas en el pasador cuando una embarcación casi me embiste
. Es la Armada Venezolana (trabajan solo en Semana Santa y Carnavales
) con 4 guardias uniformados que me preguntan: íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Buenos días ciudadano, tiene Porte de Armas para ese arpón?íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ a lo que les contesto que si, pero en la marina (mentira, pero había que ganar tiempo....
). Se jodió la pesca ese día....
Al llegar a la marina les meto todo un cuento de que si no vivo más en el País, que si competí representando a Venezuela, que si cuando yo pescaba no pedían el porte de armas, que solo estaba cogiendo par de pescaítos para comer con la familia, que si el pato y la guacharaca... Me dejan ir, no sin antes darme un sermón y recomendarme de salir con alguien que tenga el mencionado permiso. Se acabaron las salidas solo....
Dos días solamente no se pudo pescar; uno por las olas que eran de 4 metros y el otro por lo revuelta que estaba el agua. Sin embargo lo intentamos, pero en la primera bajada pegué la nariz del fondo y decidimos abortar la misión.
La semana siguiente me tocó trabajar y al trasladarme por carretera desde Maracaibo a Punto Fijo, pasamos por los íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Médanos de CoroíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â; un desierto de arena comparable con el Sahara. Las fotos:
Me devuelvo a Puerto Rico el domingo y me queda solo el sábado para pescar. Tengo todo listo para ir a La Guaira cuando recibo la llamada de Manuel: íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Chamo, nos invitaron a pescar a Farallón, le echas bolas?íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ Mi respuesta no pudo ser más positiva: íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“CLAAAARO PANA!
Pero tengo mis equipos el La Guaira, cómo haríamos?íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â. íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Estoy en La Guaira, qué quieres que te traiga?íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â, contesta Manuel. íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Tráeme el Omer y el Rob Allen 130, uno nunca sabe qué va a encontrar en Farallón.íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â
Salimos a las 5:30 a.m. hacia Higuerote y llegamos poco antes de las 7. Ya la lancha de Ernesto (Jarque, varias veces Campeón Nacional) está en el agua. Tomo este corto video:
Luego hago una filmación cuando estamos saliendo de la marina.
Y esta otra llegando al Farallón (islote ubicado 12 millas al Norte de Cabo Codera):
Aquí algunas fotos de la pesca:
Yo y mis parguitos (La aguadera la capturé en un muy bonito lance, donde la vi llegar de la arena, me escondí en un balcón de piedra a unos 12 metros y adiviné el punto por donde iba a pasar
):
Luego sacaría también un Cebadal (Sama), pero no lo retraté.
Ernesto y las cojinúas:
Manuel y su corsaria (25 Kg de picúa. Manuel mide casi 2 metros y pesa 120 Kgs! El neumático de la foto es un 130
):
Un video de Manuel con su picúa. Estaba gorda la condenada!
Y otro video de las jodederas típicas de estas salidas....
Otra cosa que me pasó fue que haciendo una espera en el fondo, de repente veo una pared plateada frente a mi; eran unos 50 bonitos grandotes pasando a su velocidad acostumbrada. Los tengo a tiro e intento escoger al más grande. Luego lo pienso mejor y quiero hacer un doblete... Cuando los estoy cuadrando para hacer el tiro, de repente se acaban los bonitos y tengo que tirarle al último que pasaba. Le di en la cola, por suerte en el medio de las dos aletitas y le partí la columna.
Aquí una foto con el bonito, aunque sale cortada:
Lo que pudo ser y no fue: Estábamos haciéndole unas esperas a unas picúas en un fondo de 20 metros alternando bajadas entre tres pescadores, cuando es mi turno y comienzo el descenso, escucho una explosión conocida; es el ruido que hacen los guasinucos (Cuberas) cuando se mueven repentinamente. Al posarme sobre una piedra mirando hacia el fondo de arena, me entra a morir uno de unos 8 Kgs. Lo tengo a una cuarta de la punta de mi varilla, pero atrás había más (unos 20), de los cuales varios estaban sobre los 20-25 Kg.
El íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“pequeñoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ explota espantando al resto del cardumen, pero yo me quedo ahí. Pasan los segundos y se tranquilizan. Me entra uno, pero no lo suficiente, viene otro y gira justo cuando estoy por disparar (tengo el Omer. El RA 130 lo dejé en la lancha debido a la mala visibilidad...
). Al final tengo uno al límite de tiro, pero no tengo más aire. Disparo detrás de la agalla y lo alcanzo! Pero a la primera arrancada se saca la varilla y me deja una escama de 4 cm de diámetro en la punta!
Subo maldiciendo mi codicia (el de 8 Kg ya estaba en el sartén), pero contento con la imagen de la íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“pelotaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ de guasinucos que ha hecho tan famoso al Farallón.
Y aquí termina este capítulo de mi vida como pescasub. Hasta la próxima aventura.
PD: Como guinda en la torta, al subirnos al avión, el capitán como que simpatizó con mis niños y los invitó a pasar a la cabina
. Aquí la evidencia: