Empezó la mañana con una grata sorpresa, me encontre con el mitico Fernando cuando estaba apunto de entrar en el agua y estuvimos un rato charlando sobre la zona de pesca y el día como estaba y la marea, en fin elucubrando.
Bueno hoy teniamos el agua por fin por encima de los 12.- y con un clareo mediterráneo, como hoy el mar respetaba un poco mas me voy para una zona batida y salvo algún sargo con buena vista no veo nada, en una de las subidas según llego a la superficie veo un gran robalo (aprox 5kg) que no aparenta haberme visto ya que yo estoy a su espalda y va nadando suavemente sin aparentar miedo alguno, tomo una vocanada de aire, me pego al fondo y voy reptando hasta la zanja donde lo vi meterse, pero el resultado no fue el que queria, sigo haciendo esperas por la zona , me entra una lubinilla de cerca del kg pero yo muy profesional la dejo pasar por si era la avanzadilla de algo mejor, el resultado fue nada. Me cambio de zona y me voy a una que estos días me esta dando buenas sorpresas ( si Fernando donde te dije) hago unas cuantas esperas pero con el clareo y la temperatura del agua hay que tener bastante fe para pescar asi, mujes y más mujes pasando y ellas sin aparecer, veo desde la superficie una grieta bien orientada y me encajo en ella para pasar mas desapercibido y ahi viene con un buen ritmo giro el fusil a mi izquierda y zas el espectaculo otro robalo de 4 kg en el hilo como si de fuese de mantequilla.