Habiase una vez un pastor aleman muy bonito que no le gustaba que su dueño practicara la pesca submarina. Para disuadirlo le cojio la linterna y la boya y se canso de hacerles agujeros por todos los lados. El dueño, pacientemente tapo los agujeros con neopreno líquido uno a uno hasta que la boya quedó util. Pasados unos meses como su dueño seguía pescando, el perro entro en el garaje cojio otra vez la boya y lo unico que hizo fue arrancarle la valvula. Os podeis imaginar como esta ahora su dueño sin boya y con un umor de perrosssssss
Moraleja:
Rellenando la boya con espuma de pliuretano dará la misma función?
Se fastidia la espuma al estar en contacto con el mar?
saludos