Barracudas en el Bajo de Dentro
Los grandes peces llenan cada rincón de las islas Hormigas, donde hay paredes de más de cuarenta metros de profundidad
18.07.09 -C. R.| CARTAGENAUn buceador fotografía barracudas en un fondo junto al Bajo de Dentro. / JAVIER G. GALLEGO
CABO DE PALOS
Situación: Cabo de Palos.
Profundidad máxima: 24 metros.
El guía
Entidad: Planeta Azul CBR 1/2007, de Cabo de Palos.
Embarcaciones: Dos.
Servicios: Alquiler de equipos, cargas de aire, nitrox y trimix (bajo demanda); cursos en pecios, buceo profundo y cuevas. Autorizado para cursos National Geographic.
Contacto:
www.planeta-azul.com y planeta@planeta-azul.com
La Reserva Marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas es la joya del litoral de la Región de Murcia. En
ella hay hasta 13 zonas de buceo establecidas por los centros que operan en esta localidad y son gran fuente de riqueza y vida submarina, muy bien conservadas
y reguladas. Pero Cabo de Palos esconde más: muchos barcos hundidos, destacando el pecio del Sirius, objeto de una próxima inmersión.
El centro de buceo Planeta Azul planificó la salida que técnicos municipales de Turismo, con el concejal Javier Herrero al frente, hicieron para conocer los fondos de Cabo de Palos de cara a su promoción.Su gerente, Andrés Cánovas, nos recibe en sus locales situados junto a la Iglesia del pueblo, y tras preparar los equipos, nos hacemos a la mar. La salida recorriendo la ensenada del puerto es excepcional. Tomando dirección Este hacia la reserva de las islas Hormigas, y tras diez minutos de navegación, se llega al punto de amarre; una boya, donde ya hay dos barcos de otros centros.
Javier Gallego, instructor de Planeta Azul, nos guía en esta inmersión: el mar tiene algo de corriente y se colocan unos cabos a ambos lados de la embarcación para no ser desplazados.
Al sumergirnos bajamos por el cabo de amarre y a cinco metros surge el Bajo de Dentro, una roca que desciende mas de 40 metros. En ella la vida fluye por todos lados: un banco de barracudas da vueltas alrededor de nosotros, miran y giran como si fuéramos parte del fondo.
Doradas y grandes meros
Javier sale fuera del Bajo, hacia unas imponentes agujas de roca. Estamos a 20 metros de profundidad, buceamos contra corriente. Al llegar a las agujas, en una grieta nos esperan doradas, meros y otros peces de considerable tamaño acostumbrados a ver gente.
Volvemos a la cara sur del Bajo hasta llegar a la cota de 24 metros de profundidad y vamos dando la vuelta y ascendiendo lentamente. La fauna es abundante, dos grandes meros se cruzan con nosotros, rodeados siempre de doradas. El banco de barracudas sigue observando a los buceadores de vuelta a la boya de amarre y se deja fotografiar, numerosos peces fluyen por todo el pico rocoso. Según los expertos de Planeta Azul, en pocas zonas del Mediterráneo se puede ver tanta vida, y lo achacan a la exitosa gestión de la reserva y al respeto con el que los buceadores visitan sus fondos.
Tras 34 minutos de inmersión, la reserva de aire obliga a subir a la superficie y volver a Cabo de Palos. De vuelta es indispensable visitar el centro de interpretación que Planeta Azul gestiona junto a su centro de buceo. Una gran maqueta de la Región incluyendo sus fondos marinos, una exposición sobre el hundimiento del Sirius y su historia; maquetas de los barcos hundidos y una de las mayores bibliotecas sobre el mar se encuentran en estas instalaciones.