Nota pescasub.com : Si al problema creado por los furtivos de las setas se le da la misma solución que a los furtivos del percebe en Galicia, la solución es que los residentes de los pueblos limítrofes a las zonas de aparición de las setas prohibirán durante la semana la presencia de paseantes en "sus" montes que recolecten otras cosas que no interesan a los micologos profesionales, harán patrullas de autoprotección, etc. Nadie pensará en el simple paseante que coge otras cosas permitidas del monte no esta inmerso en ninguna "trama comercial" ni lucha entre furtivos-nofurtivos. A ese le prohibirán el acceso al monte no vaya a ser que se "afurtive".
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VALLADOLID - Guerra al furtivo de las setas
La Diputación se une a un proyecto regional que obligará a disponer de un permiso para recoger níscalos y hongos en casi 40.000 hectáreas de monte y pinar de la provincia
VíƒÂCTOR M. VELA | VALLADOLID
Se acabó la tolerancia con los lobos disfrazados de Caperucita, depredadores que salen al pinar con cestita y aire despistado y vuelven a casa con el maletero lleno de setas para venderlas por la puerta de atrás. Las administraciones han declarado la guerra a los furtivos micológicos y preparan un proyecto -suscrito esta primavera por la Diputación de Valladolid- para regular no sólo la recolección de setas y hongos, sino también su posterior comercialización.
Las primeras medidas comenzarán a ser efectivas en la provincia el próximo otoño. Y son, en primer lugar, la emisión de permisos de recolección, tarjetas que deberán llevar encima quienes quieran coger, por ejemplo, níscalos en montes de utilidad pública (aquellos cuya propiedad es de los ayuntamientos o de la Junta). Si no se cuenta con ese permiso, habrá sanción, por determinar. Y segundo, se identificarán los territorios regulados y habrá un sistema de vigilancia para controlar í‚«la presión recolectoraí‚», según explica Arturo Esteban, del proyecto MyasRC. En fin, que las administraciones se han dado cuenta -y así lo han recogido en la nueva Ley de Montes- de que í‚«los hongos silvestres se consideran aprovechamiento forestal y representan un recurso natural renovableí‚». Y defienden los permisos como herramienta para í‚«garantizar su conservacióní‚». Además, añaden que í‚«las malas prácticas recolectoras y los problemas de seguridad y limpieza en los accesos al monte conllevan que esta importante riqueza natural pueda desaparecerí‚». Así las cosas, quienes quieran salir al campo para recoger setas deberán hacerlo bien identificados, después de haber pedido el permiso necesario.
De momento, sólo en Soria están ya listas estas autorizaciones -la comarca de Almazán sirvió como banco de pruebas-, pero muy pronto se extenderán a otras provincias (todas las diputaciones, menos León y Palencia se han sumado ya a esta iniciativa). ¿Y cuánto cuesta este permiso? Pues depende. Y mucho. De si se trata de un permiso diario, de fin de semana o de temporada (desde el 15 de octubre al 31 de julio), si el titular es recolector con fines recreativos o comerciales, si es un paisano (vecino del municipio o de la provincia) o un foráneo (de otras provincias). Así, por ejemplo, un residente en Soria que quiera coger setas en su provincia durante toda la temporada pagará 15,41 euros. Si es un vallisoletano que quiere recoger setas -también durante toda la temporada- para luego venderlas deberá desembolsar hasta 246,60 euros. El dinero recaudado por el aprovechamiento micológico (gestionado por la entidad sin ánimo de lucro Cesefor) revertirá en los ayuntamientos y otras entidades propietarias de los montes, y servirá para tareas de limpieza y conservación del bosque, del pinar o del monte. í‚«Habrá una red de guardas que cuidarán y protegerán los pinares de la provinciaí‚», explica Máximo Gómez, diputado responsable de Medio Ambiente en la Diputación de Valladolid. í‚«El objetivo -prosigue Gómez- es proteger el patrimonio micológicoí‚». ¿Y será posible convencer al aficionado que sale todos los años a por níscalos? í‚«Seguro que nuestros abuelos se llevaron las manos a la cabeza cuando les dijeron que había que regular la caza. Es necesario para que esté cuidado, que no llegue un micólogo furtivo, por ejemplo de Madrid, y esquilme el pinarí‚».
El presidente de la asociación micológica vallisoletana, Aurelio García, entiende que es necesario una medida para í‚«de alguna forma controlar la recolección de setas en Valladolid. Defendemos esa regulación, pero hay que trabajar para encontrar la más adecuadaí‚», añade. Por este motivo, la Diputación también mantendrá encuentros con los responsables de los diferentes ayuntamientos para determinar de qué modo comenzará la limitación y expedición de permisos desde el próximo año.
Jornadas y cursos
Para ello, se servirán de campañas informativas. Y ésta sí que será una de las iniciativas que la Diputación de Valladolid impulsará este mismo otoño, con la celebración de dos jornadas (de 35 y 40 horas en Olmedo y La Santa Espina) de iniciación y formación en micología. í‚«Reconocemos que en Valladolid no es un recurso tan importante como en provincias como Burgos o Soria, porque la producción es mucho mejor, pero sí que tiene cierto potencial que es necesario regularí‚», incide Gómez. ¿Y una buena oportunidad para Valladolid? La gastronomía.
